Homenaje a un trovador
26 de mayo de 2013
|Aunque la trova cubana ha dado importantes músicos, desde los tiempos de Pepe Sánchez, Sindo Garay, Manuel Corona, María Teresa Vera y tantos otros, algunos han sido menos favorecidos por la promoción, como sucede con Noel Nicola quien, a pesar de su prematura muerte, dejó páginas tan hermosas como: Te perdono. A él dedicaré mi comentario de hoy.
Conocí a Noel cuando apenas era un adolescente, en ocasión de visitar la casa de sus padres, una especie de santuario de la guitarra y el violín, lo que marcó sus primeros pasos musicales desde la niñez. Siempre fue demasiado serio para quienes no veían, a través de sus ojos, la inmensidad de su mundo interior.
Aunque su papá (Isaac Nicola) le regaló una guitarra a la edad de siete años, Noel prefería el flautín, que aprendió a tocar en la escuela primaria; pero poco a poco se fue entusiasmando con el instrumento de cuerdas en el que comenzó tocando las canciones de moda y, más tarde, las suyas.
Tal vez al lector le parezca raro, pero Noel Nicola era un apasionado de la investigación sobre la música afrocubana tal vez porque, desde niño, escuchó a su abuelo contar anécdotas sobre nuestra rumba, aunque también influyó en él, conocer al doctor Argeliers León en la Academia de Ciencias de La Habana.
Cuando al triunfo de la Revolución, Haydee Santa María acogió a los pioneros de la Nueva Trova en Casa de las Américas, Noel fue uno de ellos y, más tarde, se integró al Grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), dirigido por Leo Brouwer.
Representante de la denominada canción protesta o política, Noel pensaba que el mensaje no tenía por qué ser un panfleto, y que debían romperse los esquemas establecidos en ese tipo de obra; opinión compartida por quienes, como él, abogaban no sólo por la calidad musical sino literaria. Profundo pensador, prefería utilizar el canto para expresar sus opiniones.
Como dije al principio de este comentario, Noel Nicola es uno de los trovadores cubanos menos promocionados en la actualidad, pues a pesar de haber creado más de trescientas canciones, ¿cuántas conoce usted? Sin embargo, cada una de ellas se caracteriza por su excelencia, razón por la cual han sido incluidas en el repertorio de intérpretes nacionales e internacionales.
Su discografía en solitario incluye los títulos: Comienza el día, Así como soy, Lejanías, Noel Nicola canta a César Vallejo, Ánimo trovador, Dame mi voz y otros fonogramas compartidos No puedo dejar de mencionar: Tricolor, una joya de canciones infantiles, con poemas contenidos en el libro homónimo de Vivian Acosta y Olga Marta Perez; ni su música creada para las series de televisión: Hermanos y Los papaloteros, que muchos recordamos aún.
Noel ofreció su arte en varios países latinoamericanos y Europeos; también actuó en Canadá y Estados Unidos. Fue premiado en más de una ocasión.
Aunque su padre fue uno de los representantes de la Escuela Cubana de Guitarra, y profesor de relevantes intérpretes como Leo Brouwer y Jesús Ortega, Noel no estudió el instrumento, sino que sólo aprendió lo necesario para poder acompañarse. Era un gran lector y se definía como un hombre feliz de carácter agri-dulce. Le hubiera gustado ser maestro y su máxima aspiración era envejecer con dignidad.
Espero que este comentario contribuya a rescatar del olvido, la hermosa obra de Noel Nicola.
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