Homenaje a un patriota ejemplar
27 de enero de 2016
Por: Alejandra Angulo Alonso y Mariana Brugueras
Néstor Aranguren Martínez, joven patriota cubano y Coronel del Ejército Libertador, fue recordado esta mañana en los portales del Palacio del Segundo Cabo, escenario en el que un día como hoy, hace 117 años, su cuerpo fue mostrado despiadadamente a la vista pública como forma atroz de escarmiento para aquellos que desafiaran el régimen establecido.
Cautivadoras resultaron ser las palabras que en esta conmemoración el Doctor Félix Julio Alfonso López, vicedecano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, dedicó para rendir homenaje al extraordinario mártir: “Nos reunimos esta mañana invernal, como debió ser hace casi 120 años para rendir tributo a un habanero ejemplar y de este modo dar continuidad a la hermosa tradición de honrar su memoria en este lugar de tanto simbolismo para la historia patria”.
La vida de este valeroso y osadísimo joven, asesinado con la corta edad de 24 años, resulta de gran interés, sobre todo por la poca divulgación que han tenido sus hazañas y logros en las anécdotas que conocemos hasta hoy.
“Quizás muchos no estén familiarizados con el nombre de este bravo oficial mambí de la guerra del 95, cuya consecuente actitud política es ejemplo de entereza moral y fidelidad a una causa”, indicó el profesor universitario.
Contando con la presencia de estudiantes de la escuela primaria Simón Rodríguez en este acto, el también ensayista hizo un breve recuento de las proezas y méritos alcanzados por Néstor Aranguren durante su participación en la lucha por la liberación de nuestra Isla.
“Néstor Aranguren es conocido en la historia de nuestras luchas contra el colonialismo español por dos grandes cualidades: la de ser uno de los más intrépidos y combativos de los jefes mambises y por su intransigencia patriótica”, aseveró el eminente historiador.
Como muestra de respeto y para recordar al joven patriota, este maravilloso edificio dedica a Aranguren una placa de bronce que exhibe en su fachada, la cual fue colocada el 27 de enero de 1930 por el Senado de la República de Cuba.
“Uno de los más bravos, un ciudadano digno y patriota ejemplar”, fueron las palabras con las que Alfonso López describió al defensor de nuestra libertad para finalizar este encuentro.
Conocido como uno de los tacos de la Acera de El Louvre, Aranguren nació el 14 de febrero de 1873 en la calle Campanario, La Habana. Aun siendo un niño abandonó los estudios y comenzó a trabajar con solo 14 años en las obras de construcción del Acueducto de Albear. Más tarde, formó parte del cuerpo de Bomberos del Comercio y presenció el famoso incendio de la ferretería Isasi, donde perdieron la vida treinta y ocho personas. Ya en el Ejército Libertador, llegó a ser Jefe del Regimiento de Caballería de La Habana y alcanzó los grados de Coronel.
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