Herbert Matthews

25 de diciembre de 2019

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Leonardo Depestre Catony

 

 

Herbert Matthews fue uno de los corresponsales más universalmente conocidos del diario The New York Times. Y era ya muy admirado cuando llegó a Cuba el 9 de febrero de 1957 para entrevistarse con Fidel Castro en la Sierra Maestra.

Del líder de la Revolución quería obtener una fuente viva de información que desmintiera los rumores oficiales acerca de su presunta desaparición y el cese de las hostilidades revolucionarias.

La entrevista se celebró el día 17 de febrero de 1957 y se publicó en tres entregas, la primera de las cuales apareció en la edición del 24 del propio mes, con el título Visita al rebelde cubano en su refugio, acompañada de una fotografía del líder del Movimiento 26 de Julio. El cintillo acaparó la atención mundial.

Existía en Cuba por entonces una férrea censura de prensa que se levantaría días después, cuando la revista Bohemia aprovechó para publicar en su entrega del 3 de marzo el reportaje completo de Matthews bajo el título Famoso corresponsal americano entrevista a Fidel Castro, que comenzaba así:

“Fidel Castro, el líder rebelde de la juventud cubana, está vivo y peleando con éxito en la intrincada Sierra Maestra, en el extremo sur de la Isla…”.

Con anterioridad, Matthews había trabajado como corresponsal de guerra en Etiopía cuando este país fue agredido por el fascismo italiano; ya había reportado los sucesos de la guerra civil española y servido durante algunos años al frente de las oficinas del New York Times en la Italia de Mussolini. También había publicado libros sobre sus experiencias como corresponsal de guerra.

Durante los días previos y los subsiguientes a la entrevista en la Sierra Maestra, pasó Matthews algunas noches en Finca Vigía, la residencia de Ernest Hemingway en San Francisco de Paula, donde seguramente conversaría con el autor de El viejo y el mar sobre sus planes de un encuentro con los rebeldes, que aún eran ignorados por las autoridades.

Matthews mantuvo inalterable sus simpatías por Cuba. En 1959 viajó de nuevo al país. Nunca se sumó a las campañas anticubanas y reveló siempre una independencia de criterios que lo llevó a criticar la política norteamericana hacia Cuba y Vietnam.

El célebre periodista murió en Australia el 1ro de agosto de 1977, luego de ejercer como corresponsal del New York Times por 45 años.