Fusilan y cuelgan a once campesinos
18 de marzo de 2016
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Justiciamiento de los vegueros sublevados
El 19 de febrero de 1723 se había producido la tercera rebelión de vegueros contra el estanco del tabaco.
Al siguiente día, un centenar de campesinos se concentraron en la villa de Guanabacoa, al este de la ciudad de La Habana, con armas largas y dispuestos a rescatar a doce de sus compañeros presos, pero fueron persuadidos de no hacerlo.
Al amanecer del 23 de febrero, once de los doce prisioneros fueron fusilados y sus cuerpos colgados en los árboles de los caminos de La Habana a Guanabacoa, San Miguel del Padrón y Santiago de las Vegas.
Tres días permaneció el horrible espectáculo. No fue hasta el 26, cuando el gobernador Guazo Calderón permitió que los cadáveres fueran descolgados e inhumados.
Otros ocho vegueros murieron como consecuencia de las heridas recibidas el día veinte, y cincuenta vecinos de las vegas desaparecieron para siempre.
De esta manera terminaba la primera rebelión campesina de Cuba, ocurrida en la ciudad de La Habana.
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