Formas de asumir la vida

21 de marzo de 2014

|

Raúl Fuillerat Alfonso

Habíamos dejado pendiente dos interrogantes, la primera, referente a la clasificación de las personas según la forma de asumir la vida y la segunda, ¿Quién hace en realidad la vida de cada cual?, pero para dar respuesta a este aspecto, les propongo comenzar por conocer los grupos en que han sido clasificadas las personas a partir de la forma en que asumen el vivir cada día.

Se plantea un primer grupo de personas, que durante su paso por la vida, son capaces de mantener un buen diálogo interno, es decir, una auto conversación positiva, optimista. Son personas con un nivel mental vigoroso, esperanzador, de ilusiones, por supuesto sin apartarse de la realidad, positivos aún en los temas más difíciles que asuman en estos diálogos internos, y se dice que en ellas hay un optimismo muy acorde o en armonía con la realidad, andan montados en una nube, pero siempre mirando a la tierra, a la realidad en la que verdaderamente se mueven y existen. Estas personas, además de saber vivir, de alcanzar una felicidad relativa y aceptable, aún en aquellos momentos en que la vida le puede presentar las mayores adversidades, no admiten, no permiten y no propician que las influencias negativas que se pueden originar de estas lo invadan y mucho menos que lo paralicen en su andar por la vida.

Estas personas no permiten matar sus sueños e ilusiones, porque saben acatar, aceptar los fracasos, los problemas, conflictos y caídas con un alto nivel de inteligencia emocional y aunque les produzcan desequilibrios emocionales, se levantan y aprovechan la caída para ganar en conocimientos y experiencias, y son capaces de encontrar la forma de continuar el camino dentro de esa positividad que le ha caracterizado siempre. desgraciadamente en este grupo hay bajos por cientos de personas.

Hay un segundo grupo conformado por personas que siempre están intentando superarse y vencer las dificultades, que no les temen, que las asumen y siempre buscan una forma de sobreponerse a cualquier fenómeno, conflicto, problema o situación difícil que se les pueda presentar en su paso por la vida, además, invierten tiempo y esfuerzos en lograr todo lo que se proponen, aun cuando tienen que enfrentar grandes y difíciles obstáculos para llegar a la meta que se han propuesto, entre ellas, la de aprender a vivir, el de saber y poder controlar sus vidas, pero en estas personas hay un detalle que los diferencia de los primeros, y es precisamente la falta de auto confianza, les resulta difícil creer en ellos mismos y en sus posibilidades reales, asumen, pero con esa auto duda que no les  permite alcanzar el suficiente optimismo necesario en su vivir cada día.  En este grupo se encuentra un 50% de las personas y tal vez usted mismo que nos está leyendo, se ha dicho, no llego al primero, pero quizás pueda estar en este segundo grupo, lo que le da un alerta o le avisa que la causa es la falta de auto confianza, que si es capaz de adquirirla sin caer en auto engaños y auto suficiencias podría pasar gradualmente al primer grupo.

Por último, un tercer grupo que son los más negativos, algunos autores expresan que en el podemos encontrar casi que un 45% de las personas y se clasifican como sujetos adversos, dramáticos, fatales, calamitosos, son como gentes apocalípticas, en resumen personas horripilantes y espeluznante,

Con todos estos adjetivos, si usted se identifica en este grupo, ya debe percatarse, sin que pueda causar en usted sobre preocupaciones y temores, que tiene que comenzar a buscar fórmulas para salir de este grupo. Lo que más se destaca en estas personas es su grado de negativismo, ocupan todo su tiempo en la vida en lamentarse, en quejarse, como decimos en buen cubano, están constantemente llorando miserias, con frecuencia culpan a los demás de sus desgracias, por demás, desgracias que en ocasiones no existen, persiguen, cazan, buscan la forma de tomar para ellos todos los males y definitivamente, son ellos mismos los que se labran sus propias desgracias, a la vez que pueden hacer desgraciados a todos los que le rodean, siendo lo mas alarmante en ellos, el estar auto convencidos de no pueden salir de ese estado tan deplorable, convirtiéndose esta situación en una especie de adición que adquieren a lo malo, a lo negativo, a lo improbable, al sufrimiento permanente, incluso, cuando no hay circunstancias y motivos para sufrir, se las agencian o hasta las pueden inventar, porque hay una adición a temas de conversación relacionados con las tragedias, las desgracias, las circunstancias desagradables y hasta hay disfrute cuando las conocen, no porque se alegren de lo sucedido, sino porque tienen material para continuar en ese estilo de vida tan contradictorio a lo que en realidad significa y es el acto de vivir, la vida.

Tal vez usted piense que sería una meta difícil encontrarse en el primer grupo o hasta en el segundo, pero en realidad no lo es, aunque vuelvo a insistir en algo, los del segundo grupo pueden pasar eventualmente al primer grupo y si se lo proponen pueden lograr incluirse definitivamente en esa importante forma de vivir la vida, y los del tercero, aunque es más difícil, si se lo proponen, lo pueden lograr, pero de cómo poder alcanzar esos estilos de vida más saludables, de ello comentaremos en otro momento.