Fidel y sus ideas sobre José Martí
28 de noviembre de 2016
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José Martí tuvo una vida breve pero fecunda. Fue un hombre de su tiempo y es también del nuestro, y seguirá siendo un hombre de todos los tiempos porque por la trascendencia de vida, su ejemplo como patriota y por la significación y vigencia de los principios que expuso en cartas, discursos, trabajos periodísticos y otras obras, seguirá siendo fuente de motivación y enseñanza.
Acerca de la significación de su existencia, así como de la vigencia de su legado, se han referido destacadas personalidades cubanas, entre ellos el máximo dirigente de la Revolución Fidel Castro, quién además ha sido un continuador de la labor emprendida por Martí en el siglo XIX.
Precisamente en el alegato pronunciado en octubre de 1953 cuando al ser juzgado, como máximo organizador y ejecutante directo del asalto al cuartel Moncada, Fidel aseguró: “Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro.”
Fidel calificó a José Martí como el autor intelectual de las acciones realizadas el 26 de julio de 1953 y en la parte final de su intervención también llegó a precisar: “Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta!”.
Y agregó de inmediato: “Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo; hay cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en el alma de la Patria”.
Añadió Fidel en su alegato en el juicio por los sucesos del 26 de julio de 1953: “¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol.”
Teniendo como premisas esenciales las ideas y el ejemplo de Martí, Fidel continuó años después la lucha hasta lograr la destrucción de la dictadura militar reaccionaria en esos momentos y que se iniciara con el triunfo de la Revolución un período auténtico y fecundo en la historia de Cuba.
Y desde 1959 a la fecha Martí ha hecho referencia a la trascendencia y vigencia de su vida y labor.
Por ejemplo el 27 de enero 1960 al participar en una cena con motivo del aniversario al día siguiente del natalicio de José Martí, Fidel señaló en la actividad efectuada en la entonces denominada Plaza Cívica, que hoy lleva el nombre de Plaza de la Revolución José Martí: “¿Por qué se pudo llevar adelante la última guerra libertadora? ¿Por qué se pudo alcanzar la victoria? ¿Por qué avanza la Revolución? Se logró porque habían virtudes en nuestro pueblo, y esas virtudes fueron el fruto de las semillas que sembraron los fundadores de nuestra República, de la semilla, de la abundante semilla que sembró nuestro Apóstol José Martí. Porque ese amor acendrado a la libertad, esa prédica constante de dignidad, ese sentido humano del pensamiento martiano, ese odio a la tiranía, ese odio al vicio, ese odio a la esclavitud que lo hizo decir: sin Patria, pero sin amo; sin Patria, pero sin amo, es decir preferir la muerte a tener un amo. Esa prédica fue la que nutrió el espíritu rebelde y heroico de nuestro pueblo, que allá en Santiago de Cuba, junto a la tumba de Martí, en el Año del Centenario, ofrendó la vida de casi un centenar de jóvenes. Ese espíritu, que es la característica de nuestro pueblo, de un pueblo digno, de un pueblo heroico, de un pueblo esforzado, de un pueblo entusiasta, es lo que tenemos que agradecer al ejemplo de nuestros fundadores, y a la prédica de nuestro Apóstol…”.
En 1968 en ocasión de conmemorarse el centenario del inicio de la lucha por la independencia de Cuba, en un acto efectuado en La Demajagua, Fidel también hizo una valoración acerca de José Martí, quien fue un continuador de la obra iniciada por Carlos Manuel de Céspedes y otros destacados luchadores independentistas.
En relación con Martí precisó Fidel: “Martí recogió las banderas de Céspedes, de Agramonte y de los héroes que cayeron en aquella lucha de diez años, y llevó las ideas revolucionarias de Cuba en aquel período a su más alta expresión. Martí conocía los factores que dieron al traste con la Guerra de los Diez Años, analizó profundamente las causas, y se dedicó a preparar la nueva guerra. Y la estuvo preparando durante casi 20 años, sin desmayar un solo instante, desarrollando la teoría revolucionaria, juntando voluntades, agrupando a los combatientes de la Guerra de los Diez Años, combatiendo de nuevo —también en el campo de las ideas— a la corriente autonomista que se oponía a la corriente revolucionaria, combatiendo también las corrientes anexionistas que de nuevo volvían a resurgir en la palestra política de Cuba después de la derrota y a la sombra de la derrota de la Guerra de los Diez Años.
”Martí predica incesantemente sus ideas; Martí organiza los emigrados; Martí organiza prácticamente el primer partido revolucionario, es decir, el primer partido para dirigir una revolución, el primer partido que agrupara a todos los revolucionarios. Y con una tenacidad, una valentía moral y un heroísmo extraordinarios, sin otros recursos que su inteligencia, su convicción y su razón, se dedicó a aquella tarea. Y debemos decir que nuestra patria cuenta con el privilegio de poder disponer de uno de los más ricos tesoros políticos, una de las más valiosas fuentes de educación y de conocimientos políticos, en el pensamiento, en los escritos, en los libros, en los discursos y en toda la extraordinaria obra de José Martí.”
En actos de carácter patriótico, de modo muy especial en ocasión de las conmemoraciones de los aniversarios del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, Fidel ha recordado la trascendencia histórica de la vida y la obra de José Martí.
Por ejemplo el 26 de julio de 1976 en el acto efectuado en Pínar del Río señaló: “Admiramos infinitamente a Martí por su gigantesca tarea, formando una conciencia revolucionaria en el seno de nuestro pueblo. Admiramos a Martí porque era un intelectual brillante, un hombre de extraordinaria cultura, un poeta de exquisita sensibilidad, que consagró su talento a la lucha revolucionaria, que consagró su vida y su pluma a esa lucha, que fue hombre de palabra y de acción. Le agradecemos y le agradeceremos eternamente lo que significó y lo que simbolizó”.
Y en similar fecha, pero en el año 1985 Fidel igualmente resaltó: “¡Luchamos con profundas convicciones revolucionarias, que son ajenas a las ideas del prestigio y de la gloria! Nunca olvidamos lo que dijo Martí —fue una de las primeras cosas que me impresionó de él, una de las primeras cosas que más se grabó en mi mente—, y es que: toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz. ¡Y la gloria legítima, el honor, el mérito real de nuestro pueblo, ganado en su lucha y que le reconocen otros pueblos del mundo, no se lo podrá quitar nada ni nadie!”.
También cabe recordar lo detallado por Fidel con respecto a la significación que tiene para el mundo la vida y la obra de José Martí. En relación con ello comentó el 29 de enero del 2003 en la clausura de la Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”, celebrada en la capital cubana con motivo del sesquicentenario del natalicio de José Martí.
Fidel manifestó: “Más allá de Cuba, ¿qué recibió de él el mundo? Un ejemplo excepcional de creador y humanista digno de recordarse a lo largo de los siglos. ¿Por quiénes y por qué? Por los mismos que hoy luchan y los que mañana lucharán por los mismos sueños y esperanzas de salvar al mundo, y porque quiso el azar que hoy la humanidad perciba sobre ella y tome conciencia de los riesgos que él previó y advirtió con su visión profunda y su genial talento”.
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