Estatua de José Martí en el Parque Central
11 de noviembre de 2016
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La estatua al Apóstol cubano se realizó previo a una encuesta del periódico El Fígaro, donde se preguntaba a quién colocar en este espacio entre los hombres más distinguidos de la nación, políticos, intelectuales y personalidades cubanos. De todos los encuestados, dieciséis votaron a favor de José Martí, otros a favor de Céspedes; José de la Luz y Caballero; Cristóbal Colón; hasta por una estatua de La Libertad y de La República, entre muchas otras opiniones. Fermín Valdés Domínguez y Juan Gualberto Gómez, fueron dos de las personalidades más destacadas que votaron a favor de José Martí.
En el año 1900, la asociación para la construcción del monumento, se dio a la tarea de reunir los fondos necesarios para llevar adelante el proyecto, que se encomendó al escultor cubano José Vilalta de Saavedra, por entonces radicado en Roma.
La primera piedra fue colocada el 6 de noviembre de 1904, cuando se introdujo en la bóveda abierta, una caja que contenía el acta levantada para la erección de la estatua, algunas ofrendas y ejemplares de diversos periódicos –El Fígaro, La Discusión y El Diario de la Marina–, además de un ejemplar de Patria fechado el 14 de diciembre de 1895.
La primera estatua erigida en Cuba a José Martí se levantó finalmente en el Parque Central de La Habana el 24 de febrero de 1905, en el mismo espacio donde se alzaba la de Isabel II, que fue retirada de su pedestal el 12 de marzo de 1899. La obra fue construida en mármol de Carrara y develada en acto solemne que presidió el Generalísimo Máximo Gómez y el entonces presidente de La República, Tomás Estrada Palma.
Desde entonces, la antigua plaza Isabel II comenzó a llamarse por los habitantes de la capital Parque Central. En los alrededores del parque, cercanas al monumento, se sembraron veintiocho palmas, en homenaje al Héroe Nacional nacido un 28 de enero de 1853 y muerto en los campos de Cuba, como dijo: de cara al sol.
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