¿Entre tiburones?
25 de julio de 2014
|Muchas veces nos guiamos por estereotipos que nos brindan los medios masivos de comunicación y esto nos influye y nos hace formar determinados criterios sobre la vida laboral de estos tiempos y lo que es la competencia y el éxito, y lo que es más, nos da un patrón de conducta anti ética que no es nada saludable ¡y ya lo creo que influyen!, porque vivimos en un mundo mediático, donde no solo se conoce inmediatamente una publicación, un invento, una canción, un filme, sino que se puede poner la vida personal en conocimiento de los demás. Pero no voy a hablar de los medios, sino de esas imágenes que nos dan los seriales, los filmes que muestran a personas que trabajan en un lugar cualquiera -el escenario lo pone usted- y se despedazan para ganar un puesto, para que despidan a un posible competidor, y que salvan la situación diciendo otra frasecita muy repetida como “no es nada personal”: ¡No j….! Digo yo ¿Cómo no va ser nada personal si hiciste que lo botaran del trabajo por mejorar tú? Y toda esta diatriba es un poco la continuación del artículo de la semana pasada que recordarán que hablaba de las cualidades que se requieren en el mundo laboral de estos tiempos que no tiene nada que ver con eso que se presenta en TV, en internet, en cine. Y no es que no existan gentes así y entornos laborales agresivos, pero lo más probable es que vayan a la quiebra, porque lo que precisa es todo lo contrario; un ambiente de cooperación, y les voy a hacer una historia real; la hija de una amiga que estudió diseño aspiraba a la plaza de director creativo de Revlon en una de sus sucursales en América, y fue a varias entrevistas, presentó sus documentos y no le daban respuestas y volvía a responder preguntas, y ya pensando que no la iban a contratar fue al equipo seleccionador y les dijo “como parece que no me van a aceptar, aquí les traigo el currículo de una amiga que también es diseñadora para que aspire a la plaza y tal vez ella la obtenga” y la respuesta inmediata fue que la aprobaron a ella y le explicaron que había demostrado una cualidad imprescindible para dirigir ese departamento y era el espíritu de colectivo, que había manifestado cuando le dio la oportunidad a otra persona. Y esto es lo que les decía la semana pasada en cuanto a trabajar para que exista eficacia grupal e interpersonal, cooperación, capacidad de trabajar en equipo y habilidad para negociar las disputas, lo cual es imprescindible en el líder. Porque el jefe, el líder no es solo quien dirige, organiza, estructura y distribuye tareas, sino que es por encima de todo y principalmente quien potencia el trabajo en equipo, propiciando un ambiente de logro y ayuda mutua, porque el éxito no es de uno solo, sino del colectivo por el trabajo conjunto, lo cual es contrario a promover las guerras interiores, el espionaje, el chantaje y los sectarismos, porque todo eso provoca miedo, ira, desconfianza y es sabido que los estados emocionales negativos no favorecen el desempeño humano. Algunos de ustedes dirán que hay quienes logran ventajas con estas conductas, y yo estoy de acuerdo, pero son victorias muy peligrosas porque hay que mantenerse mirando por arriba del hombro y durmiendo con un ojo abierto por temor a la revancha y a la mordida del tiburón y son lugares donde la mediocridad y el mal ambiente prima que no es lo que caracteriza el verdadero mundo laboral estrella de la actualidad.
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