En los títeres encontré un camino para revelar a México ( I )
30 de mayo de 2014
|Entrevista a Alejandro Jara, del grupo de TeatroTitiritipis, quien asistió al Taller Internacional de Teatro de Títeres 2014
Realizada el 25 de abril de 2014
Ha realizado una función en la que presentó otra obra, además de la anunciada, por exigencia del público que quería ver más.
Fue emocionante. Uno como titiritero se da cuenta intelectual y emotivamente de la preparación del público de Matanzas para recibir el teatro de títeres. Están educados en ese sentido y se aprecia la diferencia entre el público matancero y el de otros lugares donde hay menos actividad titiritera. Matanzas es testigo del trabajo de muchos titiriteros, hasta de algunos que ya nos abandonaron, para preparar el alma del pueblo cubano a través de los títeres.
¿Es la primera vez que viene a Cuba?
Sí, es la primera vez que vengo a Cuba, lo intenté hace 25 años, pero solo ahora se hizo posible que viniéramos mi esposa Iraima Vázquez, titiritera también, y yo. Ella se hizo titiritera solista en La Habana, hace 20 años, con el maestro Roberto Fernández, del Guiñol Nacional y luego trabajó con Eduardo Di Mauro, uno de los iconos latinoamericanos. Estoy feliz de caminar por las calles con tranquilidad, como desgraciadamente no puedo hacer en mi país.
¿Por qué eligió el títere como medio expresivo?
Yo estudié para ser Ingeniero en Comunicaciones. Me fui a Francia y me especialicé en***Tenía 25 años y— hacía títeres en los fríos – de París. Al regreso a México conocí a mis maestros espirituales, Roberto Lago yFerruco, que me hicieron enamorarme del arte de los títeres. Decidí dejar mi carrera material y seguir este camino más espiritual, que es el de los títeres.
¿Cómo surgió la necesidad de investigar la presencia de los títeres en Mesoamérica?
Eso se lo debo a mi maestro Ferruco. Cuando empecé a recorrer México haciendo talleres de títeres él me decía: ve a los museos antropológicos y toma fotografía de todo lo que creas tenga que ven con los títeres. Y empecé a hacer fotos, no existían las cámaras digitales ni los teléfonos celulares, las cámaras eran grandotas y perdí muchas en el camino. Primero hice fotos y luego empecé a contactar con gente que sigue la tradición e hice durante un tiempo danzas ligadas a la tradición, me adentré en la búsqueda de la mexicanidad. Supe que los mexicanos tenemos un cofre cerrado, pero cuando se abre un poquito aparece un tesoro, y nos toca difundirlo, y los títeres son un vehículo maravilloso para hacerlo. En los títeres encontré un camino para revelar a México, y ahora a Venezuela. Mis obras muestran al México profundo, a la Venezuela profunda que debemos conocer. El maestro catalán Joan Baixas me hablaba de la riqueza cultural ancestral que tenemos en América Latina que nos hace diferentes. Nos recomendaba sumergirnos en nuestra cultura. El escritor Carlos Castaneda decía que los mexicanos teníamos en el patio detrás una cultura maravillosa que debíamos buscar para que se produjera ese encuentro con nosotros mismos.
En sus puestas en escena y en sus conferencias insiste en el tema e la identidad cultural
La conferencia que presenté en Matanzas es el resultado del diálogo con mis maestros. Aquí en Cuba tienen al maestro René Fernández, director de Teatro Papalote que enseñó a Rubén Darío Salazar, y Rubén ya ha formado su grupo y está formando a otros jóvenes. Así se mantiene el oficio. Vivo en Venezuela hace 19 años y me ha tocado asistir al proceso revolucionario chavista. Antes de Chávez, todo lo relacionado con lo indígena, con lo ancestral, estaba socavado, lo tenían escondido. La penetración cultural del Norte impedía ver lo nuestro, en algunos lugares hablaban más en inglés que en castellano. El comandante Chávez influyó mucho en el hecho de que los venezolanos miraran hacia sus culturas ancestrales, que volvieran el arpa y las maracas, que se bailara más joropo, que en vez de escuchar música de discoteca se escuchara la auténtica música venezolana. Chávez hizo muchas campañas, y Nicolás Maduro ha continuado, en esa línea de amar lo venezolano, amar lo latinoamericano. México es muy rico culturalmente, mi esposa se sorprende cada vez que va a México y ve el orgullo que siente el mexicano por su cultura. La cultura es nuestro símbolo de identidad ante el embate de nuestros vecinos del Norte
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