En La Habana restos de Félix Varela

13 de enero de 2017

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Rolando Aniceto

 

 

En noviembre de 1911 llegaron a La Habana los restos del presbítero Félix Varela y Morales, exhumados en San Agustín de la Florida el día 6, y depositados finalmente el 22 de agosto del siguiente año en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

Varela nació en La Habana el 20 de noviembre de 1788, a los 13 años matriculó en el Seminario San Carlos y San Ambrosio, llegó primero al reformismo y luego al independentismo radical. Fue filósofo, escritor, periodista y orador. Como maestro trató de cambiar los arcaicos métodos de enseñanza por la comprensión lógica.

Desde su cátedra de Filosofía y Derecho Público atacó la política de anticubana de la Metrópoli y fustigó al régimen de monarquía absoluta. En 1821 es elegido diputado a cortes, donde representó el espíritu combativo de su pueblo y sus aspiraciones a separarse de España a través de un proceso de conquistas políticas.

Cuando la constitución española y el parlamento se derrumbaron con el advenimiento de Fernando Vll, tuvo que capar a Gibraltar en un bote bajo las balas enemigas. Luego pasó a Estados Unidos, donde publicó el periódico El Habanero, y se adelantó a su época cuando dijo que el trabajo es el creador de toda riqueza.

Murió en San Agustín de la Florida el 25 de febrero de 1853. En julio de 1892 Martí visitó su tumba, y luego escribió en el periódico Patria : “…aquel patriota entero, que cuando vio incompatible el gobierno de España con el carácter y las necesidades criollas, dijo sin miedo lo que vio y vino a morir, cerca de Cuba, como pudo, sin alocarse ni apresurarse, ni confundir el justo respeto a un pueblo de instituciones libres con la necesidad injustificable de entregarse al pueblo extraño y distinto que no posee sino lo mismo que con nuestro esfuerzo y nuestra calidad probada podemos llegar a poseer”.

El dos de mayo de 1840 José de la Luz y Caballero escribió en La gaceta de Puerto Príncipe su artículo “Identificación filosófica con mi maestro Varela”, en el que dice: “Mientras se piensa en la tierra de Cuba, se pensará en quien nos enseñó primero en pensar”. Lo que significa que Varela fue el primero que nos enseñó, primero en pensar, NO a pensar.