Emisión cubana fauna de América

13 de abril de 2017

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Correos de Cuba puso en circulación una emisión en bloque de cuatro sellos con el tema Fauna de América, todas con el valor facial de 90 centavos.

La impresión se realizó en papel cromo por el sistema OFF-SET, en formato vertical con las medidas 31 por 48 milímetros con perforación 12 y medio.

En las estampillas se muestran cuatro especies de la fauna americana que hoy se encuentran en peligro de extinción razón por la cual deben recibir la protección necesaria por parte de instituciones y organismos nacionales e internacionales.

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Se trata del manatí, un anfibio mamífero que habita en zonas del Caribe insular, le siguen el leopardo y el tucán, ejemplares propios de Centro y Sudamérica, mientras que en una de las dos estampillas restantes, tenemos a un manjuarí, pez de agua dulce que habita en ríos y lagunas y en la otra a un jabalí, mamífero que vive en selvas y montes, animales propios del Caribe insular y continental.

La emisión cubana Fauna de América circula a partir del 10 de enero de 2015.

Vocabulario filatélico

El libro o carpeta de hojas móviles que se emplea para colocar los sellos de correos atendiendo a su orden filatélico se llama álbum.

No debemos confundir el clasificador, que conocemos como stock book ya que se trata de un libro con hojas de cartulina o acartonadas. La función del clasificador o stock book es, únicamente, para guardar los sellos con carácter transitorio.

El franqueo está dado por los sellos necesarios para sufragar el servicio de correos al remitir una carta o tarjeta postal.

En el franqueo los sellos pueden ser reemplazados por una máquina franqueadora que imprime en el sobre una estampación determinada.

Odontómetro, es el instrumento de cartulina o plástico que se emplea en la medición de la perforación de los sellos postales.

Por ejemplo, se dice que un sello tiene perforación catorce, si en veinte milímetros de su borde presenta un total de catorce perforaciones o dientes.

El valor facial de un sello es el precio que tiene impreso, de acuerdo con las tarifas postales vigentes en el país de origen.

Por último, viñeta es el dibujo o fotografía enmarcado en forma adecuada que conforma una estampilla postal.

El valle de Viñales en nuestras estampillas

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Los sellos cubanos, que se caracterizan por la diversidad de temáticas que tanto atraen a los filatelistas a todo lo largo y ancho del planeta, incluyen en sus diseños hermosos y pintorescos parajes de la mayor de las Antillas.

Uno de esos sitios de incomparable belleza es el Valle de Viñales, en la Cordillera de los Órganos, territorio de Pinar del Río, la más occidental de las provincias cubanas.

El lugar se caracteriza por sus mogotes, pequeñas montañas que le imprimen al valle un singular aspecto.

Una panorámica del Valle de Viñales se aprecia en un sello puesto en circulación el 22 de junio de 1955 por la Administración postal del Ministerio cubano de Comunicaciones.

Dicha estampilla aparece con el número 813 en el Catálogo General de Emisiones Postales de Cuba editado por José Luis Guerra Aguiar, su valor facial es de un peso a beneficio del Retiro de Comunicaciones.

El Valle de Viñales reaparece en un sello cubano en 1972 al ser puesta en circulación la emisión conmemorativa del Decenio Hidrológico Internacional.

Esta emisión está formada por tres valores, uno de los cuales reproduce un panorámica del hermoso paisaje tomada de un óleo sobre tela del consagrado artista cubano de la plástica Domingo Ramos.

Los sellos restantes muestran en sus diseños un paisaje con troncos del propio Ramos al que se agrega una obra de Tiburcio Lorenzo, otro destacado pintor cubano, alumno de Domingo Ramos, titulado Ciclón.

Estos timbres corresponden a los números del 2184 al 2186 del Catálogo General de Emisiones Postales Cubanas de José Luis Guerra Aguiar.

Domingo Ramos nació hace 122 años, realiza estudios en la Escuela de Pintura y Escultura de San Alejandro de La Habana.

En el prestigioso plantel recibió clases de grandes maestros cubanos de la plástica como Leopoldo Romañach y Armando García Menocal, destacándose como paisajista lo cual le valió el primer precio en dicha manifestación artística.

Vicente Mora Pera, el patriota olvidado (II)

Emisión por el Día del Sello Cubano, de 1964, dedicada a homenajear el Correo insurrecto. Muestra a Vicente Mora Pera, primer director

Emisión por el Día del Sello Cubano, de 1964, dedicada a homenajear el Correo insurrecto. Vicente Mora Pera, primer director

Vicente Mora Pera era el más joven de su familia, tuvo una esmerada educación durante su niñez y su juventud, para más tarde dedicarse al comercio en su natal Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey.

Fue miembro de una Logia Masónica fundada en la villa principeña en 1887, que como todas la demás existentes en Cuba, no fue la excepción como centro de conspiración durante los primeros meses de 1868.

Aprovechando su condición de comerciante y la confianza que sus colegas españoles habían depositado en él realizó importantes actividades junto a Vicente García en la recaudación de fondos y compra de armas para apoyar al movimiento revolucionario que se fraguaba en el oriente del país, entre ellas la compra de escopetas de caza y proyectiles que se usaron en el ataque a la ciudad de Las Tunas en 1869.

Cuando se produce el alzamiento del 10 de Octubre de 1868 sobre Mora Pera y sus compañeros Francisco Socarrás y Julián de Miranda recayeron sospechas por parte de los españoles.

Es entonces que Mora Pera abandona la villa principeña para unirse a las fuerzas de Agustín Arango, jefe militar del Ejército Insurrecto en el Camagüey.

La próxima semana regresaremos con el tema.