El uso práctico de la autoestima

6 de septiembre de 2013

|

Raúl Fuillerat Alfonso

La semana anterior habíamos planteado cómo en ocasiones nos podemos sentir  frenados ante los más diversos problemas y conflictos que se nos pueden presentar en la vida, pero la primera herramienta que debemos tener a mano en estos casos, es la de una autoestima adecuada, por ello, es necesario prestar mucha atención y estar siempre habilitados de una alta autoestima, que significa auto conocernos, auto valorarnos constantemente,  saber en qué estoy deficiente y qué debo mejorar, mantener o eliminar de mi vida interior, y sobre todas las cosas, no ignorar consiente o inconscientemente dónde están mis verdaderos valores y defectos, mis aciertos y desaciertos, mi autenticidad o no. Lo anterior nos permite conocer cuáles han de ser los recursos con que contamos, nuestras potencialidades para afrontar los problemas y conflictos en el momento en que se presenten.
En realidad el logro y mantención de adecuados niveles de autoestima, no dependen tanto de lo que piensen los demás de usted, tampoco de altos niveles de aceptación social, eso que llamamos popularidad o éxito social, sino que la clave estará precisamente dentro de usted y por ello, es una absoluta responsabilidad suya el mantener niveles favorables de autoestima, porque finalmente, la tan llevada y traída autoestima estará redefinida y prefijada por nuestras realizaciones y resultados.
Es importante para el fortalecimiento de la autoestima entrenarnos en la auto evaluación de nuestros comportamientos de una forma honesta, sin auto engaños, es ese momento imprescindible en que recomendamos contarnos esas verdades que en ocasiones no nos contamos, porque no las vemos o porque nos las auto escondemos. Es proceder con honestidad, sin dobles raseros, hablándose a usted mismo, así, frente a frente, sin reservas y de forma abierta y con criterios nuestros y no el de los demás. Es la única vía para reencontrarnos y mejorar nuestro mundo interior, en el que la autoestima, protagoniza cada uno de sus momentos en la vida.
La autoestima nos muestra y nos convence que estamos mejor preparados para andar por la vida, nos imprime seguridad, firmeza de criterios, serenidad en el proceder, auto control emocional y sobre todas las cosas, la autoestima es la base fundamental de nuestro crecimiento personal porque nos fortalece, nos permite ser más lo que yo quiero y deseo ser y como apunta el Dr. Torroella: “Es el sentimiento, la experiencia y la convicción de que somos aptos para la vida y de que somos capaces de responder adecuadamente a los retos de esta, además de ser la base de todo crecimiento y desarrollo personal: el coraje de ser uno mismo y de confiar en los propios recursos” y por ello, recomienda que ha de ser no solo en la familia sino una tarea de las escuelas formar en los niños, adolescentes y jóvenes una autoestima positiva, una valoración de las propias potencialidades, porque sin lugar a dudas, será determinante en nuestro paso por la vida y en todo lo máximo que podamos alcanzar dentro de ella.
Otro de los problemas que están relacionados con los niveles adecuados o no de autoestima son los que todavía subsisten con relación a los géneros. Cuando el machismo prevalece, cuando los prejuicios sociales y tabúes se mantienen, la autoestima desaparece en la mujer.
Usted ha podido comprobar en su cotidianidad que siempre encontrará personas que no tienen confianza en si mismas, que sin serlo o comprobar si lo son o no, son ineptas, incompetentes, con una creatividad nula, incapaces de asumir cambios en sus vidas,  nuevos retos, personas que se esconden en si mismas, y no propician su desarrollo individual y social y finalmente no llegan a ser nada en sus vidas ni con sus vidas.
También son conocidas, y talvez usted sea una de ellas, esas personas que son mucho mas positivas ante la vida, y que saben mediar, encontrar el punto exacto entre el soñar y andar en cierta medida por las nubes pero con los pies sobre la tierra y por ello, emprenden las mas inimaginables empresas, asumen todos los retos, se levantan rápidamente y continúan andando ante cualquier fracaso o equivocación.
Estas son personas con una  alta estimación y una imagen humana y caritativa de sí mismas; que confían plenamente en sus capacidades, limitadas o no, que creen en la esperanza porqué la fe esta dentro de sus parámetros de pensamientos y comportamientos, porque reconocen sus potencialidades y sus deficiencias, porque saben como utilizar las primeras y como atenuar o eliminar las segundas, y lo mas curioso, lo negativo, los pensamientos, la imagen negativa o de perdedores están casi siempre ausentes de su mundo interior.
No es necesario que le diga, usted lo ha vivido de cerca, las primeras estarán condenadas al fracaso permanente, las segundas contrariamente, alcanzaran casi todo lo que se proponen en la vida, y lo que no pueden alcanzar, lo convierten en fuente de aprendizaje, de experiencias y como motivo para otras metas posibles, pero sin renunciar a la posibilidad de alcanzar las no logradas en un futuro no muy lejano.
Y en todo esto, hay una frase que se ha hecho bastante común su uso, sobre todo, por ese psicólogo que siempre improvisamos todos los cubanos cuando queremos dar un buen consejo a alguien, y dice Así: “Si tu no te quieres a ti, no puedes querer a nadie”, y es cierto, tenemos que empezar por querernos a nosotros mismos, única forma de construir un auto estima, digamos, saludable, de la cual les propongo conversar la próxima semana.