“El sitierito”, de Eliseo Grenet
23 de mayo de 2014
|Por iniciativa de la periodista Conchita Gallardo, el 3 de abril de 1945 quedó oficialmente instituido el Día de la Canción Cubana, en homenaje al natalicio del compositor cubano Eduardo Sánchez de Fuentes (La Habana,1874-1944), autor de la mundialmente célebre habanera “Tú”.
La efeméride conllevaba la celebración de un concurso de canciones criollas y en su primera edición, en el citado año, resultó desierto el primer premio. Pero en 1946 el principal lauro recayó en El sitierito, del compositor y director de orquesta Eliseo Grenet Sánchez (La Habana,1893-1950)
Al darse a conocer la noticia, el periodista Sergio Piñeiro redactó un artículo en su columna del diario Mañana, el cual se publicó el 23 de marzo de 1946, y hoy reproducimos a continuación:
Eliseo Grenet prestigia el Primer Premio del Concurso de la Canción Cubana”, dijo uno de los miembros del tribunal seleccionador de esas piezas, cuando la noche del miércoles (20 de marzo) abrió el sobre conteniendo el nombre del autor de Mamá Inés, La virgen morena y otras antas obras, glorias de nuestro folklore.
Créalo, lector, no es exageración. Fueron enviadas a este certamen anual más de trescientas composiciones. Muchas de ellas quedaron fuera del concurso por no ajustarse perfectamente a las bases establecidas. Hubo autores como Rodrigo Prats, por ejemplo, que aportaron varias. Prats envió 36 en total. Oros, aunque en número menor llevaron al concurso una y hasta dos docenas. El caso de Eliseo Grenet no es común. Solamente escribió especialmente para optar por el primer lugar dos composiciones — las que luego envió— tituladas “La hechicera” y “El sitierito”. Esta última reunió el máximo de condiciones para ser considerada la más perfecta canción escrita con temas cubanos y con sabor a Cuba y con los compases y giros de nuestra música. Hela aquí:
Va por el palmar,
cantando va
el sitierito su alegre son.
Y va sin descansar,
cantando va
las suaves notas
de su canción.
Y lleva en el alma
el dulce consuelo
de ver en su cielo
la flor antillana.
Así triunfó Grenet, y con él, la música criolla. En una esa del céntrico café Senado, escribió Grenet “El sitierito”. A la una y media de la madrugada del día 15 de febrero, en unión de algunos amigos, ya les decía algunos giros de la obra que el día 20 de marzo sería premiada con el primer lugar en un concursos nacional de música cubana.
Alguien en la conversación — porque estábamos conversando con Grenet — dice con chispa: “Eliseo arrolla con la conga y trabaja con Facundo”.
El año anterior se declaró desierto el primer lugar en este concurso. Grenet había mandado dos composiciones: “El guajiro alegre” y “Solamente eres tú”. [José Fernández] Valencia, acompañado al piano por el autor, cantó para el presidente de la República estas dos composiciones. Fue felicitado por las personas que le escucharon. No concibieron cómo habiendo participado en el concurso esas dos piezas, se declaró desierto el primer lugar.
Eliseo Grenet pertenece a una familia descendiente de franceses. Entre sus antecesores hay escritores y algunos novelistas. Nació en La Habana en una casa sita en San Rafael 178, en La Habana.
—¿Qué día, Eliseo?
—Justamente el 12 de junio de 1893.
Hijo de padres cubanos. Desde pequeño la madre le impuso un maestro de piano. Una anécdota. Fue en el año 1932. En pleno apogeo del machadato. Grenet, con [Carlos] Robreño, mantenía una temporada en el teatro Payret. La zarzuela cubana “El nuevo calendario” triunfaba ampliamente. Pero en ella se apuntaban algunas escenas que destacaban la opresión del gobierno y se popularizaba la pieza “Lamento cubano”, tan conocida de todos. Llegó a tal popularidad y fue tan aguda la crítica, que una noche el tan tristemente recordado Julio Leblanc le dijo que “debía darse un viajecito al extranjero”.
A la semana estaba en la cubierta del vapor Habana diciéndole adiós a Cuba. Bajo el brazo llevaba La virgen morena, que luego se mantuvo 16 meses consecutivos en un teatro de Barcelona. Cuando el capitán supo por la lista de pasajeros que viajaba en tercera el compositor cubano Eliseo Grenet, lo landó a llamar y lo instaló en su propio camarote. Allí hizo el viaje hasta Europa.
Grenet ha viajado por muchos países del Viejo Mundo. Conoce el ambiente musical de los Estados Unidos de norte a sur y de este a oeste. Hace poco más de un mes — el 14 de febrero— regresó de Buenos Aires. Ahora tiene un contrato para el Gran Casino de Urca, de Brasil, y en perspectiva un regio negocio en Miami: la instalación de un aristocrático cabaret con un ambiente exclusivo y un espectáculo monumental.
Grenet ha sido mimado por los públicos de España; amigo personal del príncipe de Asturias, quien era huésped obligado en el cabaret La Cueva, instalado en París, donde también asistían el rey Farouk, de Egipto, y otras regias personalidades. Grenet ha filmado películas en Buenos Aires. Ha hecho cine en México: “Conga Bar” y “Escándalo de estrellas”, por no mencionar otras. Grenet es positivamente uno de los más genuinos autores de música cubana. De la verdadera y auténtica composición criolla.
La Canción Cubana en 1946 recibe el lauro de ser Eliseo Grenet el autor que ocupa el primer puesto en el concurso anual. El Grenet de Facundo, el Grenet de “Sóngoro cosongo”, de “Negro bembón”, de “La clave de oro”. El Grenet que tantos días de gloria ha dado a nuestra música, que es como honrar a los cubanos y darle mayor brillantez a Cuba.
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