El Plan Maestro, una escuela permanente

10 de enero de 2014

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María Victoria Pardo Miranda

“Cuando se habla de urbanismo se piensa solo en la especialidad de arquitectos, pero realmente el urbanismo lo es todo, toca todos los ámbitos profesionales y une en el tema de la ciudad construida, de la ciudad tradicional, del patrimonio cultural”, reflexiona la directora del Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja, la arquitecta Patricia Rodríguez Alomá, en el año del vigésimo aniversario de esa entidad adscripta a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
El trabajo que realiza la institución despierta interés dentro y fuera de Cuba, por ello surgió la idea del curso de posgrado que sucede al Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, “para explicar cómo funciona la Oficina del Historiador, también las herramientas de planificación que usamos, los métodos de participación ciudadana, las consultas públicas, la forma en que se planifica, los instrumentos basados en las nuevas tecnologías, es decir, hay una serie de nuevas ideas, nuevos conceptos, nuevas formas de trabajar que estamos poniendo en práctica y resultan de interés a la academia”. “En ese sentido –dijo– el Plan Maestro es una escuela abierta permanentemente”.
Al referirse a la participación del Plan Maestro en la docencia, refirió que acoge estudiantes nacionales y extranjeros en pasantías y atiende la parte de docencia del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Precisamente “una proyección es la de crear una Unidad Docente que esté compuesta por alumnos de diversas facultades para que desde sus estudios de pregrado se formen en la transdisciplinariedad, así, trabajando en un proyecto particular, serán capaces de comprender que desde su disciplina, tienen que dar y escuchar los criterios de otros especialistas. Un economista, por ejemplo, tendrá que atender al abogado, al historiador, al arquitecto, al ingeniero, al geógrafo, al medioambientalista”. Alegó Patricia que representará un reto “poner de acuerdo a diversas facultades en el ámbito de la integralidad, de articulación de disciplinas que estamos acostumbrados a trabajar desde el Plan Maestro”. “Un equipo de planificación para enfrentar una ciudad tiene que estar conformado por todas esas especialidades”, afirmó.
Como una proyección interesante y estratégica para este año Rodríguez Alomá citó la colaboración, con las entidades pertinentes, en los estudios del contexto geográfico de la bahía habanera. “Ese entorno forma parte de una zona muy importante para La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones, bien declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, porque es su zona de amortiguamiento – explicó– y cuando hay bienes monumentales o patrimoniales con sus límites muy bien establecidos, se requiere de un área colchón, de amortiguamiento, que los proteja”.
Ya comenzó a mudarse una parte de la actividad portuaria hacia el Puerto del Mariel y quedan sin uso estructuras que podrían considerarse viejas, obsoletas, pero no hay que desmantelar nada. Hay muchísimo patrimonio que quedará inactivo, patrimonio industrial, la huella y la historia de unas formas industriales que estuvieron asentadas ahí y primero hay que investigar cuán valiosas son y cómo pueden ser recicladas por tener valor y ser exponentes de un tipo de construcciones totalmente diferentes que dan personalidad a toda esa área de la bahía.
Aseguró la especialista que en el Plan Maestro se hace un compendio de las investigaciones realizadas sobre la bahía de La Habana, un sitio estratégico para la ciudad. Y dijo: “La ciudad de La Habana debe su desarrollo y su esplendor a la existencia de esa bahía y estoy convencida que deberá su necesaria transformación y recualificación, también, a esa bahía. No solo se ha pensado en ella desde el ámbito docente, enfatizó la directora del Plan Maestro, sino también desde el profesional porque ha habido talleres, concursos, es un sitio sobre el que se ha pensado mucho”.