El pelaje de los animales
20 de mayo de 2016
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Se denomina pelaje al conjunto de pelos que cubre la piel de los mamíferos. Varía muchísimo entre las diferentes especies, lo que está en relación con las adaptaciones que han sufrido estos animales según el entorno donde viven. Así, existen varias especies de mamíferos “desnudos” como los “perros sin pelo” término que se utiliza para aquellos perros que por causas genéticas no presentan pelo en su cuerpo o que solo lo posee en alguna parte de su cuerpo. Esta singularidad que podría haber sido muy perjudicial para la existencia de estos perros, sin embargo hizo que fueran muy apreciados por las culturas orientales y americanas, pues evitaba la molesta muda y facilitaba la convivencia de estos canes en el hogar.
Otro ejemplo de mamífero desnudo es la rata topo desnuda, son pequeños roedores que habitan principalmente en Etiopía, Kenia y Somalia y cuya característica visible más conspicua es la carencia de pelo lo que les aporta un extraño aspecto. En muchos lugares se le considera una plaga debido a sus hábitos alimenticios, pues se alimenta de raíces y tubérculos, dañando los cultivos de patatas y otros vegetales.
El pelaje es una fanera que junto a la piel forma parte del sistema tegumentario.En anatomía animal, el sistema tegumentario es el sistema orgánico más extenso de un animal ya que lo recubre por completo, tanto externamente, como numerosas cavidades internas. Su función es la de separar, proteger e informar al animal del medio que le rodea; en ocasiones actúa también como exoesqueleto. Está formado por la piel y las faneras. ¿A qué se llama fanera?
Las faneras son estructuras complementarias y visibles sobre la piel o que sobresalen de ella. Son faneras, por ejemplo, el pelo y las uñas en los mamíferos. Las plumas, pezuñas, escamas y cuernos en otros animales. Normalmente, las faneras cumplen varias funciones: el pelo protege; las plumas no solo protegen sino que son fundamentales en el vuelo de las aves. Los cuernos, las garras y las escamas pueden cumplir funciones en la depredación, alimentación, reproducción y defensa.
De la misma forma que nosotros, los humanos, nos protegemos de las inclemencias del tiempo usando abrigos, guantes, botas y gorros, muchos animales de las tundras septentrionales producen pelajes muy densos que les permiten conservar su temperatura en climas helados, son abrigos verdaderamente espectaculares. Muchos de estos animales desarrollan pelo en las patas para tener mayor aislamiento y tracción. Generalmente este pelaje es blanco, los tallos pilosos que lo forman tienen más espacio en su interior, cuando el aire llena esos espacios vacíos, atrapa el calor corporal del animal y proporciona aislamiento del frío.
Ejemplos de estos animales son el zorro ártico, de orejas pequeñas, plantas peludas y una capa densa de pelo que le permite subsistir y cazar a temperaturas extremas de hasta -50 °C. El zorro ártico luce un hermoso pelaje blanco (a veces gris azulado) que ofrece un excelente camuflaje en invierno. Los tonos naturales le permiten fundirse con la nieve y el hielo, omnipresentes en la tundra. Con el paso de las estaciones, el pelaje del zorro también cambia, adoptando un aspecto marrón o gris que le permite ocultarse entre las plantas y las rocas de la tundra estival. Estos colores le ayudan a cazar roedores, aves e incluso peces con gran efectividad. Pero, en invierno las presas a ras del suelo pueden escasear. En esa época, los zorros árticos siguen al mayor depredador de la región, el oso polar, para comer los restos de sus cacerías. Cuando hay plantas, los zorros también se alimentan de ellas. Al igual que los gatos, los zorros usan su gruesa cola para mantener el equilibrio. Además, al zorro ártico, la cola le sirve de manta caliente cuando hace frío.
Los mantos níveos sirven de camuflaje a otros animales, como la liebre ártica que vive en el duro hábitat de la tundra norteamericana. Estas liebres no hibernan, sino que sobreviven al peligroso frío gracias a diversas adaptaciones fisiológicas y etológicas. Tienen una piel gruesa y presentan una bajatasa de superficie con respecto a su volumen con el fin de conservar el calor corporal, lo que queda patente en sus orejas acortadas. Estas liebres, a veces, cavan refugios en la nieve y se acurrucan juntas para darse calor. Como la comida puede escasear en el Ártico, las liebres pueden sobrevivir al alimentarse de plantas leñosas, musgo y liquen, que encuentran cavando en la nieve durante el invierno. En otras estaciones comen capullos, bayas, raíces y corteza. Las liebres son un poco más grandes que los conejos, con las patas traseras más altas y las orejas más largas, son muy veloces, pueden alcanzar los 60 km por hora. En invierno lucen un pelaje blanco brillante que ofrece un excelente camuflaje en el hielo y la nieve. En primavera, su color cambia a gris azulado, parecido a la vegetación y las rocas del lugar.
El armiño, con su característico pelaje de invierno, le permite ocultarse de sus depredadores. Este pelaje, también ha sido muy atractivo para los seres humanos, quienes lo han admirado, tanto, que históricamente sus pieles se utilizaron por la realeza para confeccionar mantos reales; han figurado en retratos, y como diseño en heráldicas. Es uno de los carnívoros más pequeños del mundo; tiene el cuerpo alargado y extraordinariamente flexible. Su peso varía entre los 100 y los 300 g. En el verano, el pelaje es pardo o marrón en el dorso, y blanco o blanco amarillento en el pecho y en el vientre; pero siempre conserva el extremo de la larga cola de color negro, lo que es, en cualquier época, un buen rasgo para la identificación. En la llanura y en las regiones meridionales conserva su pelaje marrón con el vientre blanco durante todo el año. En la montaña y en las regiones más frías cambia de color después de su muda de otoño, volviéndose enteramente blanco; solamente el pincel de pelos que adorna el remate de su cola permanece siempre negro.
Conforme la temperatura aumenta y se aproxima el verano, los animales mudan de pelaje y cambian el color blanco invernal por tonalidades más terrosas. Con los nuevos colores:marrón, gris, negro, o rojo, sus pieles reflejan el cambio de las estaciones, la nueva cubierta del suelo y la vegetación. Las manadas se reúnen, es el momento de la interacción social y la búsqueda de pareja.
Pero, no solo nos llaman la atención los maravillosos pelajes blancos del oso polar o del zorro ártico, también el pelaje de felinos como leopardos o tigres nos sorprenden y hace que nos preguntemos ¿Por qué los leopardos tienen manchas y los tigres tienen rayas? ¿Cuál es el origen de estos llamativos patrones de pelaje?
Rudyard Kipling (1865-1936; escritor y poeta británico, autor de relatos, cuentos infantiles, novelas y poesía) sugirió que este diseño fue consecuencia de que el leopardo se trasladó hacia un entorno lleno de árboles y matorrales. ¿Tendría razón Kipling?
Hace unos años, un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol (Bristol, Inglaterra) analizó las marcas corporales de 35 especies de felinos salvajes para tratar de averiguar qué mecanismo dirige la evolución hacia esas variaciones tan bellas como sorprendentes. Vincularon esas variaciones de coloración a un modelo matemático de desarrollo de patrones. Encontraron que los felinos que viven en entornos densos, con árboles, y están activos con bajos niveles de iluminación, son los que con mayor probabilidad acaban desarrollando esos patrones, sobre todo los complejos e irregulares. Esto les sugirió que tales patrones surgen evolutivamente para que el animal se confunda mejor con su entorno. ¡Parece que Kipling no iba muy mal encaminado!
La investigación también explicó por qué, por ejemplo, la pantera negra que es una variación negra, melanismo, de varias especies de grandes félidos, en especial del leopardo, Panthera pardus y del jaguar, Panthera onca, son comunes, pero no se conocen guepardos negros. A diferencia de los guepardos, los leopardos viven en una amplia variedad de hábitats y tienen diversas pautas de conducta. La existencia de varios nichos ecológicos que individuos diferentes de la especie pueden explotar permite que patrones y colores atípicos se vuelvan estables dentro de una población.
Se sabe que la mayoría de los tigres tienen un pelaje naranja o leonado, un área intermedia y ventral blanquecina y las rayas varían en tono desde marrón oscuro hasta el negro. La forma y cantidad de las rayas varían según su sexo (si es hembra la cantidad de rayas es menor), aunque la mayoría de los tigres suelen tener menos de 100 rayas. El patrón de rayas es único en cada ejemplar y es posible utilizar esto para identificar a un individuo, de la misma forma que las huellas dactilares se utilizan para identificar a una persona. Sin embargo, debido a lo difícil que es registrar el patrón de rayas en un tigre salvaje, este no es el método más usado para la identificación de un tigre.
Los investigadores antes mencionados, también profundizaron en el hecho de la poca cantidad de especies de felinos que tienen rayas verticales. De las 35 especies examinadas, sólo los tigres tenían siempre patrones alargados verticalmente, y estos patrones no estaban asociados con un hábitat de pradera, como cabría esperar. Sin embargo, los tigres parecen estar muy bien camuflados, así que esto conduce a la pregunta de ¿por qué las rayas verticales no son comunes en los felinos y en otros mamíferos.
Hasta el momento solo se sabe que, probablemente, la función de las rayas es el camuflaje, siendo útil para ocultarse de sus posibles presas. El patrón de rayas también se encuentra en la piel, por lo que, si es afeitado, sus rayas distintivas pueden ser observadas.
En fin, la hipótesis de los autores para explicar los patrones de coloración del pelaje que se presenta en leopardos y tigres selimita a plantear que “imitan” los parámetros del entorno o hábitat del felino. El análisis de la historia evolutiva de los patrones de coloración mostró también que estos pueden evolucionar y desaparecer con bastante rapidez.
Los interesados en el tema pueden consultar el artículo técnico: “Why the leopard gotits spots: relating pattern de velopment to ecology in felids”, Proceedings of the Royal Society B, Published online 20 october 2010.By William L. Allen, Innes C. Cuthill, Nicholas E. Scott-Samuel, Roland Baddeley. http://rspb.royalsocietypublishing.org/content/278/1710/1373
Recordemos que… “la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.
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