El metocarbamol bajo la mira

11 de septiembre de 2018

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Diana García García

 

Tras la salida del Cuadro Básico de Medicamentos cubano del meprobamato, entre los sustitutos para una de sus indicaciones en el alivio sintomático del espasmo muscular agudo fue propuesto el metocarbamol.

Este medicamento, perteneciente al grupo químico de los carbamatos al igual que el meprobamato, es un relajante muscular de acción central indicado en espasmos musculares.

Siendo los trastornos del aparato osteomioarticular asociados al envejecimiento poblacional uno de los problemas de salud con más alta prevalencia en la población adulta cubana actual, era de suponer que una vez posicionado el metocarbamol como sustituto del meprobamato, poco a poco debería empezar a ganar espacio entre los productos medicinales que se prescriben con mayor frecuencia para el tratamiento de estas afecciones tan cotidianas.

Respecto al consumo y utilización del metocarbamol, debemos considerar dos realidades observadas. La primera que, al igual que sucedió con su antecesor, la “popularidad” ganada por el metocarbamol lo ha ido convirtiendo en foco de atención para los segmentos de población más proclives a la automedicación y el uso inadecuado de los medicamentos. Unido a esto, la relación beneficio/ riesgo favorable asumida por los facultativos al momento de la prescripción, también ha contribuido a incrementar su consumo.

Sin embargo, no es sano olvidar que todos los medicamentos bajo condiciones inadecuadas de uso pueden representar un riesgo para la salud. Por esta razón, la comunidad científica internacional pone su empeño en revisar de forma exhaustiva el comportamiento de los productos medicinales que se comercializan actualmente en los distintos países del mundo, para generar las alertas necesarias cuando comienzan a aparecer señales que ponen en entredicho los perfiles de seguridad previamente establecidos.

Un ejemplo de estas iniciativas es la revisión anual que publica la revista francesa independiente Prescrire de los medicamentos que se deberían evitar por tener una relación beneficio/ riesgo desfavorable o existir alternativas más seguras. Para la inclusión de un medicamento en este listado se toman en cuenta criterios como el riesgo desproporcionado en comparación con los beneficios que aporta, la baja utilidad terapéutica respecto a alternativas disponibles con un balance beneficio/ riesgo más favorable, la falta de eficacia demostrada más allá de un efecto placebo y los efectos adversos graves, así como por tratarse de un medicamento nuevo cuyo balance beneficio/ riesgo es menos favorable que el de otra alternativa existente en el mercado.

En la nueva lista Prescrire 2018, integrada por 90 medicamentos y conformada en base a evaluaciones realizadas desde el año 2010 hasta el 2017, figura el metocarbamol con la advertencia de ser un miorrelajante sin eficacia demostrada frente a otros tratamientos, que presenta muchos efectos adversos, incluyendo alteraciones cutáneas (angioedema) y gastrointestinales y como alternativa propone la administración de un analgésico eficaz como el paracetamol, tomado a la dosis apropiada.