El Mercado Único de La Habana
31 de marzo de 2020
|Calles: Monte, Matadero, Cristina y Arroyo
Hoy: Mercado de Cuatro Caminos
El edificio del Mercado Único de La Habana se construyó en 1920 con estructura de hormigón armado y cubierta acanalada a cuatro aguas de asbesto cemento, sostenidas por una armazón con perfiles de acero; de dos niveles y sótano, afiliado a los códigos del eclecticismo. El acceso se dispuso por las cuatro calles que abarca dicha construcción. Juan Fernández de Castro realizó el proyecto para la entidad “Mercado de Abasto y Consumo de La Habana, S.A.” propietarios; pasados ocho años lo compró el señor Rogelio Díaz Pardo. Luego del triunfo de la Revolución cubana pasó al gobierno del Municipio de La Habana. Nunca abandonó esta función.
El mercado se convirtió en una importante plaza comercial desde su apertura, por la variedad de los productos que allí se vendían y los precios. En su interior los vendedores, españoles, chinos, judíos y por supuesto cubanos, voceaban sus productos en un ambiente peculiar; también bridaban servicios establecimientos destinados a fonda, bares y varios cafés, entre ellos “El paradero”. Además, se radicaron en el edificio distintas compañías comerciales establecidas en nuestro país.
Como dato curioso podemos referir que allí trabajó a mediados de la década de 1930 el joven Benny Moré, como vendedor, uno de nuestros más afamados artistas y que fue visitado por ilustres personalidades, como Albert Einstein, cuando visitó La Habana en 1930. En su interior se efectuaron los encuentros de Fidel Castro con los revolucionarios del Movimiento 26 de julio. Fue también en la década de 1950 lugar de reunión de la bohemia habanera.
En la segunda mitad del siglo XX perdió su esplendor y se destinó a almacén, hasta que en 1983 retomó su función comercial durante pocos años. Reabrió sus puertas una década más tarde y se mantuvo prestando servicios hasta el año 2014, utilizándose solamente la planta baja para la venta de productos agropecuarios.
El Mercado Único de Cuatro Caminos fue totalmente restaurado y muestra en la actualidad su mejor imagen, como parte de las obras por el 500 aniversario de La Habana, comenzó a prestar servicios nuevamente a la población, ahora en manos de la corporación Cimex S. A. Con el nuevo proyecto se eliminaron las transformaciones y añadidos en su interior, se restauró cuidadosamente la fachada y cada uno de sus detalles, pavimentos y carpintería. Por sus dimensiones y elegancia, ha sido desde su construcción, un hito arquitectónico en la ciudad.
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