El fenómeno de la salsa
26 de febrero de 2016
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Para nadie es un secreto que el mundo actual es el resultado de múltiples y diversas actitudes que atañen solo a los seres humanos quienes –sin medir las consecuencias– han provocado el desencadenamiento de fenómenos cuyos resultados no son siempre positivos, y casi siempre impredecibles. Y si el lector cree que me estoy refiriendo a las guerras, el cambio climático y tantas otras cuestiones que nos atañen a todos, debo aclarar que mi esfera profesional es la musicología y, como tal, me ceñiré a los asuntos relacionados con ella; por lo que para mi comentario de hoy he escogido el fenómeno de la salsa, tan polémico y debatido, debido a las múltiples y diversas opiniones que se han venido manejando desde que el término apareció.
Empezaré por decir que, según las más serias investigaciones, la salsa no es de origen cubano sino puertorriqueño, pues fueron los boricuas quienes allá por los años 40 y 50 de la pasada centuria, jugaron un rol fundamental en los escenarios de Nueva York. Sin embargo, a las famosas bandas de Tito Puente y Tito Rodríguez se unió la de Machito y sus Afrocubanos, quienes trazaron pautas en la música afrocubana de su época y poco después aparecieron músicos que marcaron la historia: Miguelito Valdés, Mario Bauzá, Chano Pozo, Arsenio Rodríguez, Chico O’Farril, Gilberto y Vicentico Valdés, Nilo Menéndez y René Touzet, entre otros.
Pero luego del “boom” en los Estados Unidos” de la música afrocubana, en la década de los años 60 surge un fenómeno que invadió el gusto a nivel internacional: el rock inglés, que desplazó también a géneros afroamericanos tan importantes como el jazz y los rhythm and blues. Pero los talentosos músicos radicados en Nueva York, empezaron a buscar alternativas para recuperar el terreno perdido y de ese modo surge entonces una modalidad bailable entre los negros norteamericanos: el bugalú, con textos en inglés y español, lo que le permitió cruzar la frontera y convertirse, muy pronto, en “hit parade”, lo que provocó la reacción de empresarios poderosos quienes lograron aplastarlo.
No obstante, el talento y la persistencia de los músicos no se dieron por vencidos y comenzaron a experimentar con cambios en los ritmos y orquestaciones, cuyo resultado final fue, precisamente, la salsa que, al decir de los críticos Charley yMartySheller: “… fue indudablemente el primer estilo de música latina en que lo valores del proceso de producción fueron de importancia primordial. […] En gran parte, la salsa se convirtió en la creación de la Fania Records que, a fines de los 60 comenzó a distribuir discos bajo su propio sello y también los de las pequeñas compañías de música latina independientes.”
Es importante señalar que, a pesar del auge que adquirió la charanga cubana en Nueva York, a través del fenómeno de la salsa, los cubanos impugnaron el término desde que se acuñó, por considerar que era la misma música que ellos tocaban desde los años 40. Así empezó la polémica y en los años 80, el panorama salsero comenzó a decaer en los Estados Unidos.
Como podrá apreciar el lector, el fenómeno de la salsa no es tan sencillo como parece o, mejor dicho, los criterios a favor y en contra lo han complejizado. En cuanto a los aportes de la salsa a la música cubana de nuestros días, tal vez en otro momento abordemos el tema.
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