El cuervo canario: cría fama y …
18 de agosto de 2017
|“Entendido el daño que causan los cuervos en las criaciones y sementeras, se libren despachos circulares para que cada vecino traiga cuatro cabezas de cuervo en cada mano en todo el mes de agosto, so pena de cuatro reales cada uno, que se les sacaría irremisiblemente”.
Actas del Cabildo de Fuerteventura, abril de 1773.
El cuervo, Corvuxcorax, es la especie de mayor tamaño de la familia de los córvidos, y en Canarias se encuentra la subespecie Corvus corax canariensis. Tiene una altura aproximada de 62cm. Se identifica fácilmente por tener su plumaje de color negro metálico, con patas y pico robustos, también negros. Su canto es fuerte y ronco, y son capaces de producir numerosos sonidos, inclusive imitar palabras y otros ruidos que escuchan en los ambientes en que viven.
Es una subespecie endémica cuyo estado de conservación está definido como: “Estrictamente protegida”, “En peligro de extinción” (Gobierno de Canarias. Banco de Datos de Biodiversidad de Canarias – http//:www.biodiversidadcanarias.es. Diciembre 2014).
Habita en los acantilados costeros, barrancos, montañas, riscos, campos abiertos, pinares, zonas áridas y cultivos. Y algunos gustan de aproximarse a pequeñas zonas habitadas. Es común observarlos en bandadas fuera de la época reproductora en áreas recreativas y turísticas. Se alimenta de ratas, ratones, lagartos, conejos heridos o enfermos, polluelos, huevos, insectos, cereales, frutos. Y también consume carroña y otros desperdicios. Aunque no es un ave muy sociable, algunos pocos ejemplares salvajes no rechazan comer de la mano de las personas. Por lo tanto, su capacidad para adaptarse a casi cualquier ambiente, así como su versátil alimentación, le han ganado la fama de inteligentes y oportunistas. Su apariencia y su habilidad para alimentarse con especies útiles al ser humano, ha propiciado su persecución, sobre todo, en el pasado.
Sin embargo, han pasado casi dos siglos y medio de aquellas matanzas que señalamos al comienzo de este artículo, y aún los cuervos mantienen su “mala fama” de arremeter contra cabritos y matarlos, destruir árboles frutales, robar los polluelos a las gallinas y comida a los excursionistas, y algún turista se ha quejado de que le falta su ropa y las llaves del coche y se le ha echado la culpa a los cuervos.
La época de cría, generalmente comienza en febrero, aunque puede variar según cada isla. Construyen un nido grande con palos y ramas secas, emplazándolos en oquedades de riscos y acantilados; también, a veces, utilizan árboles. Un nido puede ser útil por varios años. La puesta generalmente consta de 3 a 6 huevos que la hembra incuba durante unos 19 a 21 días. Ambos progenitores alimentan a los polluelos, que abandonan el nido pasado unos 38 a 42 días.
Los censos que se han realizado en los últimos tiempos demuestran que estas aves están a punto de desaparecer, por ejemplo, en Gran Canaria, en 30 años han pasado de 150 parejas a solo 13; en Tenerife de 80 a 12; en La Palma de 50 a 21; y en La Gomera de 100 a 9, en Lanzarote quedan entre 36 y 55. Únicamente, las islas de Fuerteventura y El Hierro, mantienen unas poblaciones cercanas a las 100 parejas. En todo el archipiélago quedan aproximadamente unas ¡365 parejas!
Estudios genéticos recientes demostraron que no todos los cuervos de Canarias son iguales, por ejemplo, los de La Palma, conforman un linaje diferente al resto de las islas, esto impide que se puedan traer aves de esas otras islas para reforzar las poblaciones.
La subespecie endémica canaria de cuervo es única en el mundo. Son aves necesarias para la germinación de las semillas después de la ingesta de sus frutos, por lo que desempeñan un importante papel como diseminadores de semillas de especies de plantas endémicas del entorno canario; al igual que el guirre, limpian los restos de animales muertos. Son una atracción turística en muchos miradores de la isla, porque, a pesar de ser muy cautelosos, son también curiosos y se acercan bastante a cambio de alguna golosina. ¡Más que temerles deberíamos admirarlos y protegerlos! Por tanto son los cuervos canarios otra joya de la fauna del archipiélago, y de los majoreros.
La injusta pésima fama que siempre los ha perseguido y por la cual han sido abatidos, pende sobre ellos como una espada de Damocles; otras amenazas también hacen mella en ellos: los impactos con tendidos eléctricos; la disminución y fragmentación de su hábitat; la competencia con las gaviotas, los envenenamientos, la falta de comida por estabulación de la cabaña ganadera o cierre de los vertederos.
¿Está en peligro el futuro del cuervo canario en Fuerteventura? ¿Es totalmente seguro que los cuervos estén, actualmente, provocando daños a agricultores y ganaderos de Fuerteventura? ¿Si es así, cuál es la magnitud del daño y por qué valor? O ¿Es simplemente una leyenda rural que de nuevo corona la “mala fama” sobre el cuervo canario? ¿Se puede hacer algo para impedir que otra vez se ciña sobre ellos la ira?
Como siempre, la mejor herramienta será la educación. Mientras el cuervo se siga viendo como un ave a eliminar, al final se logrará exterminarlo. El futuro para ellos puede ser halagüeño si se consigue verlos como verdaderos aliados del campo, supresores de animales muertos, controladores de enfermedades, sembradores de bosques, piezas fundamentales de los ecosistemas; así como un importantes elementos de la cultura popular. Y de la cultura popular he extraído la fábula siguiente:
Había una vez un canario que cantaba muy bien. ¡Todos aplaudían cuando lo escuchaban! Un ruiseñor extranjero, generalmente acreditado, lo elogió mucho, animándolo con su aprobación. La aprobación del ruiseñor causó la envidia de otros pájaros que no cantaban tan bien como él. Al fin, un cuervo que no podía lucirse por su canto, empezó a hablar mal del canario. Como no podía decir nada malo de su canto, trató de desacreditarlo acusándolo de cosas que nada tenían que ver con su manera de cantar. Los otros pájaros envidiosos aprobaron y repitieron las acusaciones del cuervo: “El canario rebuzna, el canario es un borrico”.
El canario, muy triste dejó de cantar, pero el águila, reina de las aves, le dijo que quería oírlo cantar para comprobar si de verdad rebuznaba o no. Cuando el canario cantó, lo hizo tan bien que todas las aves aplaudieron incluida el águila. Entonces el águila, indignada por la calumnia del cuervo, le pidió a su señor, el Dios Júpiter, justicia para el canario. El Dios aprobó la petición e hizo cantar al cuervo, cuando lo hizo solo se oyeron horribles chillidos.
MORALEJA. El que para desacreditar a otro recurre a medios injustos, se desacredita a sí mismo.
¡Cuidado con los que ahora quieren desacreditar al cuervo injustamente! Puede ser que se invierta la fábula.
Recordemos que… “la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.
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