El cerebro: ¿Visualizador de tus pensamientos?
1 de noviembre de 2013
|Iniciamos esta semana un nuevo ciclo un tanto centrado en como los pensamientos negativos pueden determinar en el logro y mantenimiento del equilibrio del proceso salud – enfermedad y hasta donde nos debemos a lo biológico, a lo fisiológico y a lo que nuestro cerebro puede almacenar en nuestra mente, además de hasta donde lo heredado y lo adquirido en nuestro vivir cada día.
Lo primero que me gustaría comentar con ustedes es que para nadie es un secreto que nosotros venimos a la vida para convivir con los demás, no se puede, es imposible vivir como un ente aislado, de ahí que se consideran las relaciones interpersonales como esenciales en los humanos.
Nuestras relaciones interpersonales, nos van a definir, lo mismo sean en la pareja, en la familia, en la vecindad, en los centros de estudios o de trabajo, en los círculos de amigos, o en cualquier otra situación y por ello, se convierten en una fuente capaz de originar grandes satisfacciones como contrariamente, pueden propiciar o ser el origen de grandes frustraciones e incomodidades, todo depende de cómo se desarrollen esas relaciones interpersonales, donde, casi siempre, el comportamiento de los demás, depende del que podamos tener nosotros.
Ahora bien, aunque en la actualidad existen infinidad de formas de comunicarse las personas, sea por mensajes electrónicos, celulares, y todos esos inventos, porque ya las hermosas cartas que se escribían a mano y esa acción de ponerla en un sobre, colocar un sello y llevarla al correo, todo eso se ha ido perdiendo, que aunque la inmediatez que nos brinda el desarrollo actual, es bueno, es beneficioso, pero en cierta medida muy impersonal, breve y con una ausencia tremenda de esa afectividad que debe caracterizar las relaciones interpersonales entre humanos, nos hace olvidar que la comunicación mas importante, mas necesaria, es precisamente la que se produce en el interior de nuestra mente, porque de ella depende en gran medida el éxito que podamos experimentar en nuestro vivir cada día y por ello, se hace necesario, no solo aprender a manipular esos adelantos de la comunicación, sea un celular, un mensaje electrónico un blogs o un ”chat rooms”, sino que hay que conocer y aprender el lenguaje del cerebro, allí donde se producen las imágenes que constituyen el contenido de nuestros pensamientos.
Hoy pretendemos que usted aprenda, que lo reafirme si ya lo conoce y se profundice acerca del conocimiento del lenguaje del cerebro, porque precisamente, es aquí donde las palabras, los símbolos más abstractos, como expresiones, pueden convertirse siempre en imágenes.
De inicio, les propongo detenernos, apártese de la lectura y piense en una palabra cualquiera, una que le venga de momento a su mente, y observe ¿tienen o no una imagen en su mente? Por ejemplo, le digo la palabra mesa, y estoy convencido que en este momento se refleja en su mente una mesa, no la palabra con sus letras, sino una mesa, y casi siempre, no es una mesa cualquiera, sino una mesa significativa, que se ha erigido con un sentido personal en usted por lo que representó en un momento de su historia individual, por ejemplo, la mesa de comer de la casa de sus padres, o de sus abuelos, o de su familia actual, o talvez, la del comedor de la beca, o del centro de trabajo, aquella donde talvez usted hizo o le hicieron una declaración de amor, o en esa otra mesa donde se sentaba habitualmente con la persona amada que un día le abandonó o que continúa con ella, en fin, cuando decimos la palabra mesa, cuando la escuchamos, no se representa en su mente la palabra, sino la imagen de una mesa.
Lo anterior sucede, porque en realidad el cerebro, tu cerebro, el mío, el de todos, piensa en imágenes y no en palabras, por ello, se asevera que usted nunca conseguirá alcanzar aquello que quiere, si no que solo lograra alcanzar aquello que usted sea capaz de visualizar claramente.
Estamos absolutamente claros que las imágenes constituyen la mayor parte del contenido de nuestros pensamientos, y aunque hay presencia de palabras y de otros símbolos abstractos, la realidad, lo concreto es que estas palabras y símbolos al final se pueden convertir en imágenes, recordemos de nuevo el ejercicio que hicimos hace un momento con la palabra mesa. y es que la mayoría de las palabras que utilizamos en nuestras conversaciones internas, cuando hablamos con nosotros mismos, antes de expresar una idea de manera hablada o escrita, existen en nuestra mente, en nuestro cerebro, en nuestro mundo interior como una imagen sensorial, una representación visual, incluso auditiva, odorífica gustativa o táctil, si, porque en ocasiones, nos pueden decir la palabra, por ejemplo, de un alimento muy gustado y podemos visualizar en nuestro cerebro, su imagen, y hasta su textura y su olor, y esa presencia en cerebro, hace incluso que se produzca salivación, o cuando contrariamente nos dicen algo que no nos gusta, una palabra de un objeto o hasta de una persona que no nos agrada y la visualizamos, y produce una reacción a nivel emocional que proyectamos con una expresión digamos, de rechazo, provocada por lo que sentimos internamente, de ahí, que en ocasiones decimos esa muy popular frase: “Eso ni me lo mientes, que con solo pensar o imaginármelo, ya me hace sentir mal”
Ahora bien, las imágenes desempeñan un papel primordial no solo en el logro de las metas que nos propongamos, sino también en esos comportamientos que iremos condicionando y que nos pueden llevar al fracaso, esos que denominamos comportamientos auto saboteadores y de los cuales continuaremos conversando la próxima semana.
Galería de Imágenes
Comentarios