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Edificio de la calle O’Reilly No. 203, entre San Ignacio y Cuba

23 de julio de 2018

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Antes: Edificio de vivienda y oficinas
Hoy: Café O’Reilly

 

O'Reilly 203, antes de la restaración

O’Reilly 203, antes de la restaración

 

El Café “O’Reilly” se encuentra ubicado en la calle que le da nombre, en el Centro Histórico de la ciudad. Después de largos años de existencia, este inmueble se vio seriamente deteriorado y sumido en el abandono. Los trabajos de rehabilitación llevados a cabo en la edificación en la década del ‘80 y el continuo mantenimiento que se ofrece a la instalación, han permitido que permanezca brindando su mejor servicio a todo el que llega hasta aquí.

 

O'Reilly 203, antes

O’Reilly 203, antes

 

Ubicado en una arteria centenaria de la antigua ciudad –la calle O’Reilly– se levantó esta sencilla edificación de dos niveles y cubierta de azotea, en el que se llamó antiguamente “Barrio de San Felipe”.

Desde el siglo XIX estuvo en propiedad del Real Colegio Seminario Conciliar de San Carlos y San Ambrosio, hasta 1953 que pasó por concepto de compra-venta a la Sociedad Civil Anónima “Cía. Arrendadora Galabo. Edificios Departamentales”, que tenía su sede en la vecina calle del Obispo. Posteriormente continuó desempañando funciones de carácter civil, ocupando sus espacios diferentes firmas comerciales establecidas en la capital.

 

O'Reilly 203, después de la Restauración, Café O'Reilly

O’Reilly 203, después de la Restauración, Café O’Reilly

 

Tomando en cuenta su ubicación y tipología arquitectónica se definió el nuevo uso a desempeñar en el edificio una vez recuperado. Desde entonces y hasta la actualidad muestra en su interior una ambientación agradable. La escalera de caracol que permite el acceso a la planta alta, hace gala de su magnífico trabajo de herrería, fue recuperada y cuidadosamente restaurada luego del deterioro sufrido.

 

Café O'Reilly, en la actualidad

Café O’Reilly, en la actualidad

 

El edificio muestra una apariencia singular, sencilla la fachada, pero destaca por el encanto que le aporta la combinación de la madera y el vidrio. En la planta alta, el balcón está a disposición de quien lo desee, haciendo más agradable y familiar el instante. Aquí se degustan platos ligeros y excelente coctelería. Es un lugar atrayente, frecuentado por personajes pintorescos, caricaturistas y artistas bohemios, ha tenido desde sus inicios una activa vida cultural. Hoy, el expendio del aromático café en grano atrae a los que consumen el producto y colma el ambiente del pequeño recinto, exquisitamente decorado con fotos antiguas de La Habana.

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