Edificio de la calle O’Reilly No. 104, entre Empedrado y Mercaderes
29 de abril de 2019
|Antiguo edificio de oficinas y almacén
Hoy: Almacén de bienes museables / oficinas
En 1732 se fecha el documento más antiguo que hace referencia a la edificación que ocupaba esta parcela de terreno, pertenecía a la señora María Josefa Suárez, quien por esta fecha vendió a Diego Pérez de Santiago dos casas pequeñas de piedras y tejas aquí levantadas, mirando, según se refiere a la plazuela del convento de Santo Domingo y de la Iglesia Parroquial Mayor; por entonces, no se había construido el Palacio de los Capitanes Generales y la primitiva iglesia ocupaba en este sitio. Para mediados del siglo XIX las antiguas construcciones se habían reedificado, era su propietario Manuel Rodríguez Cabrera.
En 1934 la Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana, dueña de estas propiedades solicitó licencia a la Alcaldía Municipal para reconstruir en el terreno, el expediente, acompañado de planos y memorias fue firmado por el señor Alfredo E. Domínguez como secretario de la institución y las obras respondieron a la firma del arquitecto Ramiro J. Ibern. El nuevo edificio se proyectó de dos plantas de altura, con estructura de hormigón armado, estando diseñado para oficinas y almacén en su totalidad, según quedó explicado en la Memoria Descriptiva del proyecto.
Por escritura del año 1937 ante el Notario Pastor del Río, el Dr. Julio César Portela y Rodríguez, en su carácter de Director de la Casa de Beneficencia declaró que, sobre el terreno de la antigua construcción, que fue destruida por un incendio, la institución que representaba, previa la correspondiente licencia del Ayuntamiento de esta ciudad, construyó un nuevo edificio de dos plantas, de sillería, mampostería y ladrillos. En 1949 se amplió en su interior para destinarlo a oficinas.
La “Compañía Nacional de Alimentos S.A” representada por el Sr. Juan Leu y Bonjour, lo arrendó posteriormente radicándose en el inmueble en los años sucesivos. Con el triunfo de la revolución cubana en 1959, fueron nacionalizadas las posesiones de las compañías extranjeras radicadas en la Isla; a partir de entonces sus dependencias desempeñaron otros usos también de carácter civil.
Luego de varias propuestas para su refuncionalización, quedó ocupado por un almacén de objetos museables y las oficinas de museología y museografías de la Oficina del Historiador. Para ello, entre los años 2005 y 2006 se llevaron a cabo trabajos de reparación y algunas transformaciones parciales en los espacios de ambas plantas, donde se emplearon estructuras divisorias ligeras y se rehabilitó parte de las redes técnicas. Se define como una construcción del género civil-público, con marcado estilo ecléctico en su apariencia exterior.
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