Edificio de la calle Obrapía esquina a Mercaderes
28 de noviembre de 2017
|Antigua Droguería “Santa Rita”.
Hoy: Perfumería 1791.
En la esquina de Obrapía abre sus puertas hace algunas décadas la perfumería “Habana 1791”, donde técnicos especializados preparan las más exquisitas esencias de aromas naturales, como verdaderos alquimistas la fragancia del sándalo, el jazmín, la violeta, el vetiver y el tabaco, impregnan el lugar dándole un encanto peculiar. En planta alta se instalaron apartamentos de alto estándar para alquiler.
La parcela de terreno donde se ubica la actual edificación se encontraba ocupada desde el siglo XVII. En 1657 vivió aquí el Dr. Lázaro de Flores y su esposa, el prestigioso doctor fue el autor de la obra “El arte de navegar” (1672), la más antigua obra de carácter científico escrita sobre náutica en nuestra ciudad. Había llegado a La Habana en 1651 para ejercer su profesión en Cuba.
Posteriormente la ocupó el maestro cirujano Sebastián de Villas Moscoso. Era por entonces una típica mansión colonial en esquina, con cubierta de tejas, dos plantas de altura, distribuidas en comercio y habitaciones de sus dueños.
Durante el siglo XVIII cambió indistintamente de propietarios; ya en 1751 la señora Inés María de Melo había dispuesto el arrendamiento de sus cuartos accesorios que daban a la calle.
A principios del XIX la casa continuaba arrendada, ocupando parte de esta el destacado farmacéutico Don Pedro Sanfeliú. A mediados de este siglo la viuda, Doña. Francisca del Corral y Martínez de Pinillos, Marquesa de Aguas Claras y Condesa de Villanueva, la tenía en propiedad. Mantenía las tres accesorias a la calle y se encontraba instalada aquí la renombrada “Botica y Almacenes de Santa Rita”. A finales de esta centuria, parte de la edificación había sido comprada por Don José Cánovas del Castillo, Gobernador del Banco Español de la Isla de Cuba.
Entrado el siglo XX se reconstruyó de albañilería y dos pisos de alturas con cubierta plana de azotea, continuaba alquilándose y arrendándose por sus propietarios, ocupando parte del edificio la “Sociedad de Cerqueda Suárez y Cía”. Durante las primeras décadas de este siglo fue convertida en casa de vecindad, deteriorándose y modificándose considerablemente.
En la década del ‘90 fue rescatada por la Oficina del Historiador de la Ciudad y comenzaron los trabajos de restauración para dotarla de la nueva función que ha llegado al presente. Los salones de la perfumería han ganado elegancia, contando con espacios especializados y distintas áreas de venta para sus productos. Es un lugar digno de ser visitado cuando se transita por la calle de los Mercaderes.
Galería de Imágenes
Comentarios