Edificio de la calle Obispo No. 462 entre Aguacate y Villegas

24 de septiembre de 2018

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antigua casa de Félix Varela.
Hoy: Biblioteca Pedagógica “Félix Varela”

 

 

La Biblioteca Pedagógica “Félix Varela” abrió sus puertas en el año 2002, honrando la memoria de uno de nuestros más grandes maestros. Como centro especializado tiene a su haber una variada colección de planes y programas de estudio, libros de texto que abarcan todos los niveles de la enseñanza y materiales de apoyo a la educación, desde la colonia a la actualidad. Una digna función encierra la edificación, la misma que comparte con la vivienda establecida en planta alta, como parte del programa social llevado a cabo por la Oficina del Historiador, en cuyos especialistas recayó el proyecto.

Tomando en cuenta la arquitectura del inmueble, los estudiosos ubican su época de construcción a principios del XVIII. Pasado el tiempo la planta baja se adaptó a las funciones comerciales que caracterizaron la calle Obispo, para ello sufrió algunas transformaciones que modificaron su aspecto original, cuando se le añadieron columnas de hierro y en fachada los elementos de cristal y madera afiliados al “art nouveau” dejaron su impronta comenzado el siglo XX. Por su parte la planta alta conservó algunos de los elementos de mayor antigüedad.

 

 

Se afirma que 1810 la tenía en propiedad el presbítero Félix Varela, quien la había adquirido por herencia de su padre; ilustre cubano y pensador, que cursó estudios en el Seminario de San Carlos y obtuvo el grado de licenciado en Filosofía en la Universidad de San Gerónimo de La Habana. Murió en los Estados Unidos en 1853, donde sufría destierro.

Cambió de propietarios con el paso de los años y en la primera década del XX, su dueño, el Sr. Vicente Palacio y Pereda lo da en arrendamiento a la Sociedad Mercantil “Enrique Fernández y Cía.”, se transformó entonces considerablemente para adecuarlo a comercio, en el giro de sedería, quincallería, tejidos y confecciones. Cuentan que aquí radicó también “La Villa de París”, para la venta de sombreros y manteles y la perfumería “Iris”.

 

 

En la década del ’60 estos locales se convirtieron en un taller de costura. Había cambiado nuevamente de función en los años ’80, cuando se instalaron en los bajos oficinas del Sindicato de la Construcción, mientras los pisos superiores se utilizaban como vivienda. Para entonces había perdido los valores que la enaltecieron.

Es de señalar que si bien en fachada solo muestra dos niveles, en su interior la edificación cuenta con tres, por entonces ambos niveles se habían independizado del acceso principal a la casa. Tomando en cuenta el lamentable estado de conservación que mostraba a finales de la década del ’90, se contempló dentro de los planes de restauración de la Oficina del Historiador para comenzar a desempeñar la nueva función, con la que llega al presente.