Edificio de la calle Mercaderes Nos. 251-253 esquina a Amargura

27 de diciembre de 2021

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antigua casa de la Cruz Verde, o de don Martín Zequeira
Hoy: Museo del Chocolate y vivienda

 

 

El Museo del Chocolate reabrió sus puertas el presente año para todos los amantes –en sus múltiples expresiones– de la fruta del cacao, un nuevo diseño museográfico muestra en sus espacios expositivos, donde sobresalen las vitrinas con hermosas vajillas, que se emplearon para servirlo; unido al área de cafetería para degustar los productos y el espacio para la venta de exquisitos bombones, en medio de un ambiente encantador para el visitante.

 

 

El proyecto inicial fue ejecutado en 2003 y estuvo a cargo de los especialistas de la entonces Dirección de Arquitectura Patrimonial de la Oficina del Historiador, cuando se restituyó al deteriorado edificio la prestancia que merece.

 

 

Los historiadores ubican su época de construcción en el siglo XVIII, atribuyéndose la propiedad a la familia Basavé y al Capitán de Voluntarios de Caballería Don Francisco Zequeira y León, “Conde de Lagunillas” y sus herederos.

Durante la época republicana se instalaron aquí diferentes comercios, una bodega, un café, distinguiéndose con el nombre de La Cruz Verde, haciendo alusión a la Cruz de madera existente en esta esquina desde tiempos remotos, que le diera nombre, aún en la actualidad, a esta edificación.

 

 

La Cruz Verde, fiel evidencia de la celebración del Via-Crucis, cuando cada año en Semana Santa, partían los fieles en procesión desde la Capilla de la Veracruz de la Orden Tercera del convento de San Francisco, por la calle Amargura, hasta la Ermita del Humilladero o iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje. De esta forma se hizo habitual, marcar las estaciones donde se detenía el recorrido con una cruz de madera colocada en cada esquina, conservándose en la actualidad solo ésta. Tradición que se mantuvo hasta el año 1808.

 

 

La casa se transformó notablemente por sus diferentes propietarios y en función de los intereses y el uso dado por cada uno de sus inquilinos. Durante el pasado siglo XX perdió la planta alta. Se deterioró su estructura considerablemente, conservándose en pie solamente la fachada; de ahí que el interior vacío se utilizó como parqueo por algún tiempo.

 

 

El referido proyecto ejecutado en 2003, restituyó la apariencia física del edificio con dos niveles de altura, destinándose la planta alta a vivienda, como parte de la política social que desarrolla nuestra institución. En nuestros días, nuevamente rehabilitado, el comercio viste sus mejores galas para recibir al público.