Edificio de la calle Habana No. 209

8 de marzo de 2013

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Zenaida Iglesias Sánchez

Edificio de la calle Habana No. 209
Antes: edificio de apartamentos para alquiler
Hoy: edificio de viviendas

Esta  parcela de terreno se menciona ocupada en las fuentes históricas a finales del siglo XVIII. A finales del siglo XIX, se habla en este paraje de una casa de mampostería y cubierta de tejas, en la calle de la Habana, entre las de Empedrado y del Tejadillo, barrio de San Juan de Dios, que en pública subasta se adjudicó al licenciado Joaquín Lastres, abogado y hacendado que habitaba en la propia casa en 1891.

A principios del siglo XX el Sr. Francisco Gabino Adán y Lastres, cambió el curso de la historia, pues tuvo a su cargo primero, la rectificación de las medidas del terreno una vez adquirida la propiedad y la construcción después del moderno edificio que llega a nuestros días. Para ello dividió la parcela inicial ocupada por la antigua casa, formando en esta dos lotes y se dirigió luego a la Alcaldía Municipal en enero de 1927, solicitando autorización para fabricar un edificio de tres plantas destinado a viviendas particulares, de acuerdo con los planos y memorias que acompañaban el expediente firmado por el arquitecto Agapito León. En breve período de tiempo se llevó a cabo la demolición de la antigua construcción y se levantó un moderno edificio de apartamentos. El 27 de agosto de 1927 se informó a las autoridades competentes que las obras habían sido terminadas, concediéndose la declaratoria de habitable el 31 del mismo mes para que entrara en explotación.

En 1932 fue vendida al abogado Manuel Flores y Unanue, quien la explotaba a través de la renta, quien en 1945 la aportó como respaldo económico a la Sociedad Anónima “Compañía Inmobiliaria Las Tres Rosas”, representada por su Presidente José María del Portillo y Macías, recibiendo por ello un número determinado de acciones. Una década más tarde, la Junta Directiva de esta compañía, acordó disolver la misma, adjudicándose el inmueble nuevamente al referido Sr. Flores Unanue, por el pago de su parte en el activo social de la inmobiliaria

Luego del triunfo revolucionario del año ’59 estos inmuebles fueron nacionalizados por el estado cubano y continuaron desempeñando como edificios de apartamentos. Estamos en presencia de un edificio construido en dos parcelas de un mismo propietario, segregadas primero y que se unificaron luego para levantar esta construcción; de forma homogénea se asimiló la fachada para ambos lotes de terreno, dando la impresión de que es un solo edificio, cuando ambos son independientes, identificado en la actualidad con los números 209 y 211 de la calle Habana.  Las puertas de la fachada, señalan en las lucetas de la parte superior, las letras iniciales del nombre de su propietario: Luis Francisco de Adan y el año de su construcción: 1927. Se hace notorio y es digno de señalar, que a pesar del tiempo transcurrido, el edificio ha conservado sus características originales, sin que se observen modificaciones que alteren la distribución de sus vanos, de igual modo conserva los elementos tipológicos de valor en la decoración de la fachada.

En la actualidad parte del mismo se arrienda como hospedaje por uno de sus propietarios, ofreciendo exquisito confort y esmerado diseño en cada uno de sus espacios, la azotea brinda excelentes visuales a la ciudad, donde se han instalados aires libres para los inquilinos.