Edificio de la calle Cuba Nos. 102-108 esquina Chacón

23 de mayo de 2017

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antes: Residencia de Don Ricardo O’Farrill.
Hoy: Hotel “Palacio O’Farrill”.

 

 

El Hotel “Palacio O’Farrill” ocupa un magnífico edificio neoclásico en nuestra antigua ciudad, con excelente ubicación, a pocos pasos de la entrada de la bahía y de la plaza de la Catedral. El edificio destaca por su sobriedad y elegancia, en consonancia con la solidez y magnificencia que le aporta la fachada pétrea. Hoy brinda al cliente esmerado confort, después de haber sido rehabilitado gracias al proyecto ejecutado por especialistas de la Oficina del Historiador.

 

 

El majestuoso palacio, fue la antigua residencia de Don José Ricardo O’Farrill y O’Daly, fundador de una de las familias más pudientes y acaudaladas de la nobleza habanera en la época colonial. Sus antepasados procedían de Irlanda y Don Ricardo llegó a La Habana a principios del siglo XVIII. Fue un rico comerciante que se vinculó estrechamente al tráfico de esclavos, siendo propietario además de varios ingenios azucareros.

 

 

Posterior a los O’Farrill, tuvieron sede en dicha mansión varias instituciones prestigiosas como fueron: el Registro de Propiedad, el Tribunal Supremo y la Fiscalía, la Secretaría de Justicia, el Colegio de Abogados y finalmente el Fondo Especial de Obras Públicas, con la sección de la Secretaría de Hacienda, encargada del registro de vehículos automotores, cuyas oficinas permanecieron aquí con posterioridad al triunfo de la revolución en 1959.

El edificio sufrió transformaciones en su arquitectura durante el siglo XX, a la vez que se adaptaba a las nuevas funciones que desempeñó, estos trabajos, vinieron a completar la imagen que llegó a la actualidad y cuya apariencia se rescató durante los trabajos de restauración.

 

 

El Hotel actual brinda un servicio profesional y personalizado a sus visitantes. En su interior el patio acogedor y el antiguo aljibe, se ven protegidos por un magnífico lucernario que le otorga un ambiente excepcional.

La inclusión de los siglos XVIII, XIX y XX en los elementos arquitectónicos y la decoración de cada uno de sus tres niveles respectivamente, producen un excepcional efecto de historia y modernidad en los visitantes, los cuales disfrutarán la experiencia única de evocar tres siglos en un solo instante.