Edificio de la calle Cuarteles No. 118, entre Habana y Avenida de las Misiones

22 de marzo de 2013

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Zenaida Iglesias Sánchez

Edificio de la calle Cuarteles No. 118, entre Habana y Avenida de las Misiones
Antes: edificio de apartamentos para alquiler
Hoy: edificio de viviendas

En 1788 ocupaba esta parcela una casa de planta baja y cubierta de tejas, que se hallaba situada inmediata a la Iglesia auxiliar del Santo Ángel y pertenecía a don Luis Palacios, Alférez de Navío de la Real Armada. A mediados del siglo XIX permanecía en este paraje con la misma apariencia, en poder de otros propietarios. Entrado el siglo XX fue vendida al Sr. Vicente María Julbes y Molina, comerciante americano vecino de la calle Aguiar, a quien se debió la reconstrucción de la antigua edificación.

A mediados de 1906, el citado propietario solicitó licencia a la Alcaldía Municipal de la ciudad para comenzar las obras que correrían a cargo del maestro de obras Alberto Planas. En 1907 se dotó a la edificación de la imagen que ha llegado a nuestros días. El edificios de apartamentos para la renta, de cuatro pisos de altura, contaba en cada uno de ellos con sala, comedor, cocina, baño y cuatro habitaciones, con espléndidos suelos de mosaico y elaborados cielos rasos.

Se comentó por entonces que el precio del alquiler solicitado por el Sr. Julbes era alto, pero se explicó en reiteradas ocasiones, “que los apartamentos respondían a todas las comodidades para sus inquilinos, mostrando un magnífico aspecto de lujo”. A partir de la entrega del habitable quedó listo para entrar en explotación y como tal funcionó durante varias décadas.

En 1924 fue ampliado con la construcción de un cuarto en la azotea. Poco después la compró el Sr. José Rodríguez y Rodríguez y este la vendió a la Sociedad Anónima denominada “The Cuba Company”, quien tuvo a su cargo en 1927 los trabajos de reparación emprendidos en el inmueble con el objetivo de adaptarlo a sus exigencias, estas obras quedaron a cargo del arquitecto Ernesto Tosca. Los pisos se encontraban arrendados a diferentes inquilinos y compañías extranjeras, así fue cambiando indistintamente de propietarios y ocupantes que harían interminable este escrito.

Durante la década del ‘60, con la nacionalización revolucionaria, el inmueble se convirtió en edificio de viviendas, siendo utilizado como tal hasta la actualidad. El edificio de la calle Cuarteles 118 se levanta soberbio y elegante en un entorno privilegiado, haciendo frente a la plazuela e iglesia del Santo Ángel Custodio, escenario de historias y leyendas apasionantes. En su fisonomía hace gala de su eclecticismo, mostrando elementos arquitectónicos propios de la época en que se construyó, de ahí los balcones protegidos por la balaustrada de hormigón, corrido en el segundo nivel, individuales en el tercero, donde sobresale el del centro jerarquizando esta planta, sobre la que se dispone la cornisa y el pretil interrumpido y realzado por una habitación que deviene en excelente mirador.