Edificio de la calle Baratillo No. 103, esquina a Obrapía
29 de julio de 2021
|Antigua Casa de la familia Pedroso.
Hoy: Teatro y Museo de Marionetas “El Arca” (Accesoria por Obrapía)
La antigua casa del capitán Pablo de Pedroso, restaurada en 2008, funcionó temporalmente como oficinas del Historiador de la Ciudad, el Dr. Eusebio leal. Poco después, hacia la esquina con la calle Obrapía, se destinó el espacio que acogió al teatro de marionetas “El Arca”. Dicho espacio, recientemente se ha remozado, para el deleite de los pequeños infantes, una vez que pueda reabrir sus puertas, ahora como sede del teatro y museo del arte titiritero, con una sala permanente que atesora queridos muñecos, documentos y fotografías relacionados con este arte y sus artistas.
El inmueble que lo acoge se cataloga como uno de los más hermosos en la arquitectura doméstica colonial. Se edificó en las primeras décadas del siglo XVII. Por entonces, las aguas de la bahía llegaban hasta aquí. Numerosas transformaciones dejaron la impronta de los siglos XVIII, XIX y XX, en este último la planta baja fue ocupada por un almacén y luego por una bodega, desempeñando el resto como viviendas de múltiples familias. En la década de 1990 el inmueble fue desocupado por el lamentable estado de conservación que presentaba.
Cuenta la historia que en planta baja se alojaban los negros esclavos llegados al puerto, antes de ser subastados o vendidos, depositados en un barracón como mercancía, de ahí que también se conozca la mansión, como “la casa de los esclavos”. Una casa de leyendas, marco propicio para acoger al teatro y museo de marionetas que abrió sus puertas por vez primera en 2010.
Para facilitar el acceso, hacia la calle Obrapía se colocaron pasarelas de madera dispuestas sobre las excavaciones arqueológicas realizadas y expuestas a la vista del visitante.
En la antigua mansión colonial de la acaudalada familia Pedroso el teatro consagrado al arte titiritero encontró el espacio adecuado. Su nombre reverencia el hallazgo arqueológico de las antiquísimas radas de construcción de barcos conservadas en el recibidor de la sala; el emplazamiento de la casa de frente a la bahía de La Habana y los techos de artesonados, que evocan una embarcación.
El ambiente expositivo cuenta con un esmerado diseño interior, donde grandes y pequeños pueden admirar los títeres más queridos del teatro de marionetas. La nueva intervención llevada a cabo en el presente 2021, hace realidad el sueño de convertir el teatro en un museo de títeres en Cuba.
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