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Edificio de la calle Amargura No. 51 esquina a Mercaderes

30 de septiembre de 2016

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Antiguo Banco “H. Upmann”.
Hoy: Banco de Crédito y Comercio (BANDEC).

 

Antiguo Banco H. Upmann

Antiguo Banco H. Upmann

 

El antiguo edificio del Banco “H. Upmann” construido para tales fines, desempeña hasta el presente la función para la que fue edificado: edificio bancario. Ahora como Banco de Crédito y Comercio, mantiene sus puertas abiertas prestando importantes servicios a la población. Fue construido entre 1902 y 1904 y en el proyecto participaron el arquitecto Luis Dediot, quien desempeñó como maestro de obras y los contratistas “Krajewski & Pessan”.

El antiguo Banco “H. Upmann” se inauguró entrado el año 1904 y sirvió de complemento a la fortuna amasada por su propietario, el alemán Hermann Upmann, quien además era dueño de varias marcas de tabacos y cigarros. Este señor solicitó licencia a la Alcaldía Municipal de la ciudad, para demoler las antiguas construcciones que ocupaban esta parcela y en su lugar levantar el edificio que llega al presente para destinarlo a banco y oficinas.

 

Amargura 51, hoy BANDEC

Amargura 51, hoy BANDEC

 

Importante es señalar que fue el primer edificio construido en La Habana para prestar este tipo de servicio. En el mismo resalta su forma apaisada y la entrada en chaflán. Por otra parte agudiza su sobriedad y elegancia el recubrimiento de toda la fachada en piedra.

En su interior, se distribuían con amplitud y magnificencia los espacios destinados a oficinas de contabilidad y transacciones financieras. A la derecha se construyó una bóveda de acero que por su tamaño se comentó, que en ella podía caber “todo el oro de Cuba en circulación”. Para realizar esta bóveda se tomó como modelo la existente en el Banco Imperial de Berlín, según refieren fuentes periodísticas de la época.

 

 

En revista "Carteles", 5 de octubre de 1958, p. 87

En revista “Carteles”, 5 de octubre de 1958, p. 87

 

Durante las décadas del 80’ y ’90 aquí radicó la Escuela de Superación Bancaria, posteriormente en su interior se realizaron trabajos de acomodo y reordenamiento de los espacios, sin afectar la estructura original del edificio, para que volviera a desempeñar como Banco. La fachada fue sometida a trabajos de mantenimiento y limpieza, permitiendo su vida útil por muchos años más, porque el edificio que llega a nuestros días en magníficas condiciones, ya rebasa el siglo de existencia.

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