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Edificio de la Avenida San Pedro No. 262 esquina a Sol

21 de octubre de 2019

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Antigua casa de los Condes de la Mortera.
Hoy: Museo del Ron Havana Club.

 

San Pedro 262, antes de la restauración

San Pedro 262, antes de la restauración

 

El Museo del Ron Havana Club tiene abierta sus puertas al visitante que encuentra allí, más que el deleite, la preciada historia de la producción de esta bebida que no pocos escogen para compartir un buen momento. El proyecto de restauración estuvo a cargo de los especialistas de la Oficina del Historiador.

 

Pórtico antes

Pórtico antes

 

La mansión fue construida entre 1772-1780 en propiedad del matrimonio Don José Fajardo Covarrubias y Doña Josefa Montalvo, pasó en herencia al hijo de ambos Don Juan Fajardo Covarrubias y Montalvo, cafetalero acaudalado que aportó al inmueble un significativo periodo de esplendor, porque ganó en riqueza decorativa y llegó a tener las pinturas murales más hermosas de la ciudad.

 

San Pedro 262, obras.

San Pedro 262, obras.

 

Entrado el siglo XIX el Obispo Espada la alquiló haciéndola sede del Palacio Episcopal, por ello se efectuaron en la misma algunas transformaciones, lo ocupó por casi dos décadas regresando después a manos de su propietario. Durante este siglo asumió los códigos formales de la época, se sustituyeron los techos de tejas y la madera por la herrería. El acaudalado Don Ramón de Herrera -Tercer Conde de la Mortera- compró el edificio en 1892, para instalar aquí las oficinas de su Compañía Naviera, de ahí que hasta el presente se conozca con su nombre.

 

San Pedro 262, después de la restauración.

San Pedro 262, después de la restauración.

 

Durante la primera mitad del siglo XX ocuparon el inmueble oficinas de diferentes empresas y compañías comerciales radicadas en la ciudad. En la década de 1960 fue sede de la Empresa de Navegación Mambisa (1961), la Academia de Ciencias (1965) y en 1968 pasó al Consejo Nacional de Cultura.

 

Museo del Ron

Museo del Ron

 

Fue restaurada por los especialistas del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología en 1990, para sede de la Casa del Joven Creador, dedicada por entero a fines culturales. Pasado el tiempo, tomando en cuenta sus valores históricos y arquitectónicos, pasó a la Oficina del Historiador, dotándola del uso que desempeña hasta la actualidad.

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