Dick Powell

24 de febrero de 2017

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Leonardo Depestre Catony

 

 

Dick Powell fue un artista versátil. El actor se destacó por su participación en las series del cine negro que en la década del 40 y del 50 causaron furor y popularizaron a sus protagonistas. Sin embargo, cuando desembarcó en La Habana en los primeros días de octubre de 1958 no venía ya en su condición de actor, sino en la de productor. Tenía 54 años, mostraba la elegancia y aspecto de un galán maduro y su cinta The Conqueror, de 1956, comenzaba a hacer historia… ya veremos por qué.

Entrevistado tan pronto desembarcó en el aeropuerto de Rancho Boyeros por la emisora que ofrecía la primicia del arribo de las personalidades extranjeras, Powell declaró que tenía pensado invertir tres millones de dólares en una superproducción que se rodaría enteramente en La Habana, en sus escenarios naturales y algunos de los casinos de los grandes hoteles capitalinos. El filme estaría basado en el libro No house limit. Pero rogamos observe la fecha: octubre de 1958. La situación social era muy convulsa en la Isla y la inestabilidad y represión política claramente palpables. Algo más de 60 días después triunfó la Revolución en Cuba, las circunstancias cambiaron drásticamente, los casinos y salas de juego fueron cerrados definitivamente, se promulgaron leyes de contenido social, y podía vislumbrarse que ya no sería la Cuba que Dick Powell necesitaba para sus propósitos de filmación. Además, es bastante probable que el director comenzara a sentir los efectos del deterioro de su salud.

De ahí que la visita de Dick Powell a La Habana sea hoy un episodio perdido en su biografía, pero no por ello deja de ser un dato muy apreciado por el coleccionista de información referente a los artistas.

Fue un joven con carisma y aplomo, además de voz. Como cantante de orquesta se inició en el Medio Oeste y grabó algunos discos, todo esto por el decenio del 20, hasta que la compañía Warner Bros lo “descubrió” y le ofreció un contrato cinematográfico. Corría entonces el año de 1932. Su presencia en las cintas de cine negro se enmarca a partir de 1944, en Murder, My Sweet (Historia de un detective) y luego se continúa con filmes como Cornered (Venganza), de 1945, Johnny O’Clock, de 1947, y otras más que afianzaron su popularidad. Incursionó también en la radio, en la producción y la dirección fílmica.

Dick Powell dirigió el filme The Conqueror (El conquistador o El conquistador de Mongolia), de 1956, que ha pasado a la historia por el destino trágico corrido por muchos de cuantos en él participaron, incluido Powell. La cinta, que para colmo fue un fracaso comercial, se rodó en regiones desérticas del estado de Utah, próximas a una zona que fue escenario de pruebas atómicas y por tanto expuesta a la contaminación del polvo radioactivo, que costó la vida a tantos de los participantes en la película.