De la simplicidad a lo hondo
26 de febrero de 2014
|Fotos: Cortesía del artista
En el segundo semestre del presente 2014, el joven escultor Jessel Rodríguez tiene previsto exponer en la Sala Transitoria del Memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución, una muestra personal que ha titulado Culpable del caos, en la utilizará la bala M-16 como recurso para enviar mensajes de paz.
En entrevista al espacio Luces y sombras de Habana Radio, aseguró que Culpable del caos es un llamado a la paz: “vivimos, también, un momento de diálogo y no hay que llegar necesariamente a la fuerza, a la confrontación armada, para alcanzar acuerdos. Creo que estamos en tiempos de negociar porque la humanidad lleva décadas de guerras que no han conducido a nada”.
La exposición incluirá instalaciones, pinturas y cinco esculturas realizadas en madera, soporte que emplea con frecuencia porque, según dijo, “es un material que tiene mucha fuerza y es excelente para concretar el mensaje que persigo en mi obra”. Para el proceso creativo siente predilección por el ébano y el cagüairán, al que popularmente se le llama por su dureza “quiebra hacha”.
Aunque ha realizado escultura de gran formato, en estos momentos se inclina hacia las dimensiones medianas y pequeñas porque considera que “tienen menos limitantes en cuanto al espacio. No obstante, el arte no tiene que ver con las dimensiones sino con los mensajes que se quieren transmitir y la calidad con que se haga. El gran formato no es sinónimo de mejor; con pequeñas piezas se pueden lograr resultados muy satisfactorios. Conozco la obra de algunos miniaturistas que es excelente”, enfatiza.
En sus inicios Jessel apostó por el arte figurativo, pero poco a poco sintió la necesidad de expresarse a través de la abstracción: “fui probando hasta encontrar mi propia línea de trabajo, inspirada un tanto en la década de los años cincuenta; el arte concreto y el constructivismo fueron mis pilares y consolidaron mi manera de expresión”.
Al hacer un apretado recorrido por la obra de este joven escultor el espectador se percata que en estos momentos está produciendo un tipo de ensamblaje que se apoya en la técnica mixta: “uso varios recursos porque considero que para que la obra crezca no puede tener fronteras. Es por eso que fusiono acero inoxidable, mármol y madera. Ando sumergido en el llamado constructivismo. Cuba es un país rico en arquitectura y merece que nos acerquemos a aspectos que, en la década de los años 50, hicieron que un grupo importante de artistas se inclinara hacia ese movimiento, que también fue conocido como ‘los concretos’. Siento que es una vuelta en la espiral”.
La estética que defiende y define el trabajo de Jessel es muy minimalista y esa es justamente su intención porque no quiere “abusar de los recursos porque a veces uno complica una pieza intentando que sea más agradable a la vista y el resultado es todo lo contrario. A mí me ha sucedido: he realizado obras que por recargarlas no he quedado satisfecho; a partir de la simplicidad se llega más hondo”.
Ante la pregunta de que si tuviera la opción de trabajar con madera de cualquier parte del mundo, ¿cuál elegiría?, dice: “el ébano es una madera que se presta mucho para lograr efectos, sobre todo cuando se conjuga con el acero inoxidable, que es un recurso que empleo con frecuencia en mis esculturas: ese diálogo funciona muy bien”, concluyó.
Galería de Imágenes
Comentarios