De Cienfuegos a La Habana

31 de octubre de 2017

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Hamilé Rozada Bestard

 

 

Mi comentario de hoy estará dedicado a un músico que pertenece a los menos promocionados en nuestro país, lo que no le ha hecho falta para desarrollar una carrera profesional fructífera y destacada, tanto en la esfera de la denominada “música culta” como en la popular. Me refiero a Rafael Guedes.

Aunque nació en la ciudad de Cienfuegos, el 15 de octubre de 1956, este artista realizó sus estudios académicos en La Habana, primero en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y luego en el Instituto Superior de Arte (ISA) donde se graduó en las especialidades de guitarra y composición en 1985.

Paralelamente a su carrera como intérprete y compositor, Guedes ha ejercido la docencia en la ENA y en la Escuela Nacional para Instructores de Arte, en las especialidades de guitarra y armonía. Cuando le conocí, era director y contrabajista del entonces grupo “Mayohuacán”, cuyo prestigio le permitió actuar en numerosas ciudades de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, al tiempo que creaba partituras para solistas, formatos sinfónicos, de cámara, corales… con gran acogida del público y la crítica especializada. Sus obras para guitarra han sido estrenadas por solistas de excelencia como es el caso de los cubanos Joaquín Clerch y Aldo Rodríguez. El gran guitarrista venezolano Alirio Diaz, escribió las notas al fonograma que recoge su “Concierto Latinoamericano” donde dice: “Está lleno de gracia y dinámica, con gran efecto de virtuosismo tanto para el solista como para la orquesta. Puede ser el inicio de una nueva tendencia artística dentro del concierto tradicional. Me llama la atención el hecho de que, a pesar de ser tratado con elementos musicales sencillos, sin embargo produce un efecto musical sorprendente.” Y es que las obras de Rafael Guedes nunca se apartan de la identidad cubana y latinoamericana, logradas a través de elementos pertenecientes a estas culturas, algo que fue muy bien explotado en el siglo XX, por compositores como los cubanos Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla, o el brasileño Heitor Villa-Lobos, por sólo mencionar tres.

De sus últimos logros a destacar, tenemos la “Camerata del Son”, joven agrupación femenina que Guedes creó y dirige desde su participación como guitarrista, con la que se ha ganado el aplauso del público nacional e internacional gracias al repertorio que interpreta, fiel a nuestra identidad y a la calidad sonora. Tal vez cuando salga a la luz su nuevo fonograma, le dedique un comentario.

Retomando la trayectoria composicional de Rafael Guedes, es importante decir que amén de sus partituras para diversos formatos, también ha creado música incidental para diferentes audiovisuales, y que la música para los spots de la televisión cubana “Mi gente” y “Mirarte”, son de su autoría. En cuanto a su catálogo de obras, podemos destacar algunas canciones entre cuyos títulos no pueden faltar: “El mambo loco”, “Es tiempo de paz y amor”, “Hay días en que el tiempo…lleva este canto a la vieja trova”, “Por la tumba del cortijo” con texto de José Martí”, “¿Por qué te vas a evadir?”, “Son para un encuentro”. De sus obras sinfónicas sobresalen: “Concierto Latinoamericano”, “Concierto con cierto desconcierto” e “Introducción y Guajira”. En música de cámara tenemos la “Sonata para cuatro arcos”, escrita para cuarteto de cuerdas. De su música coral se destacan tres canciones, con textos de Nicolás Guillén. Y no podemos olvidar sus títulos: “De tal Pedro tal astilla”, “Don Quijote de la Rampa” y “Donde crezca el amor”

Espero que esta información le convenza de que Rafael Guedes es un músico que no puede pasar inadvertido.