Cultura térmica (III)

21 de mayo de 2019

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Bruno Henríquez

Dudo que exista un solo campo de estudio tan teórico,
tan lejano de lo que ridículamente se llama vida cotidiana,
que no pueda producir un día algo que haga temblar al mundo.
Arthur C. Clarke

 

Cuando hemos hablado anteriormente de la cultura térmica, vemos que esta está relacionada con procesos físicos que ocurren en el entorno, con las características de nuestro cuerpo, y el entorno en que nos hallamos, por eso es importante, si queremos comprender como utilizar los dispositivos y objetos para obtener el confort y que nos sirvan tanto para abrigarnos como para refrescarnos debemos conocer cómo se propaga el calor.

¿Cómo se propaga el calor?

Si entendemos el calor como la energía térmica de los cuerpos y el entorno veremos que sentimos calor cuando tenemos esa energía en exceso y frío cuando la necesitamos pues está en falta. Así los conceptos de frío y calor son una forma popular de mencionar en qué sentido se mueve esa energía.

Veamos cómo se propaga el calor o como diríamos en términos más precisos pero menos populares como se mueve la energía térmica.

Conducción, es la forma en que se propaga el calor por contacto entre los cuerpos. Ocurre cuando dos cuerpos están en contacto, y uno está más caliente que el otro. Cuando tocamos un objeto frío o caliente, o estamos inmersos en un fluido, agua o aire y este está más caliente o más frío que nosotros.

Convección, como hemos podido comprobar el aire más caliente es más ligero y sube, el más frío baja, como cuando al abrir el refrigerados sentimos el aire frío que baja a nuestros pies, como cuando el aire caliente en contacto con el asfalto caliente de la calle sube, o los globos de aire caliente ascienden. También lo percibimos en los locales con un puntal alto que son frescos porque el aire caliente sube y el fresco baja.

 

 

Evaporación, este es uno de los mecanismos más comunes en la vida diaria, lo percibimos al echarnos gua en la cara, o la colonia después de afeitar o un perfume, al evaporar se estos nos enfrían la piel. Cuando la humedad es muy alta y el sudor no se evapora sentimos mucho calor porque no podemos refrescar la piel.

 

 

Cuando el agua se bota sobre una superficie vemos que al rato se seca, una forma de tener agua fría en las cantimploras y las vasijas de barro es humedecerlas por fuera para que en la evaporación las refresque, por eso al soplar el viento sentimos el aire más frío de lo que realmente está, pues se le superpone a la temperatura del aire la sensación de frío de la evaporación, a este fenómeno se le llama evapotranspiración.

Radiación, el calor se propaga por radiación y de esta forma es capaz de atravesar el vacío interplanetario, por eso nos llega la radiación solar. De las formas de propagación que mencionamos antes, la convección y la evaporación usan el aire o cualquier fluido para el intercambio de energía, en la conducción hay cuerpos en contacto, pero en la radiación el efecto se produce a distancia.

 

 

Todos estos fenómenos de propagación del calor ocurren simultáneamente, pero según sea el medio y las condiciones predominará uno u otro, en las próximas entregas veremos algunos ejemplos cuando cada una de esas formas es la que predomina y por qué podemos usarlas o protegernos de sus consecuencias.