Cuba Iluminada por Héctor Garrido
28 de noviembre de 2013
|Una de las exposiciones que forman parte de la venidera 35 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano es Cuba iluminada, del destacado fotógrafo español Héctor Garrido, un artista que desde 2001 mantiene un intenso lazo creativo con la Isla.
Garrido (Huelva, España, 1969) se ha especializado en ciencia, naturaleza y creación artística y sus imágenes son internacionalmente conocidas por explorar en nuevos espacios y conceptos y, de forma destacada, por el uso de la ciencia como materia prima como base de expresión artística.
Pero, además Garrido ha incursionado en el retrato, esa difícil especialidad dentro de la fotografía, y ahora nos sorprende con Cuba iluminada, una exposición de cien imágenes a destacadas personalidades de la ciencia, el deporte y la cultura de nuestro país.
En la muestra, a inaugurarse el miércoles día 11 de diciembre en Sala de la Diversidad —Calle Amargura, No. 60, entre Mercaderes y San Ignacio, La Habana Vieja y que pertenece a la Oficina del Historiador—, aparecen “captados” una gran cantidad de creadores vinculados al cine, según afirmó Garrido quien, en conversación exclusiva con nuestra emisora nos explicó ¿Por qué Cuba iluminada?
“Iluminar es una palabra que tiene su origen en el latín y que ha dado lugar en la actualidad a varias acepciones, todas maravillosas y cualquiera de ellas válida para describir el proceso que he intentado captar con mis fotografías en Cuba.
La primera acepción que tendría en cuenta es ‘Ilustrar el entendimiento con ciencias o estudios’, razón por la que se han considerado iluminados a los máximos exponentes de la cultura en diferentes momentos de la historia. También Iluminar es ‘alumbrar, dar luz, bañar de resplandor’, tareas todas ellas que ejercen cada día las personas retratadas con su país. Por eso, Cuba Iluminada.
Son cien retratos ¿cuál fue el criterio de selección de las distintas personalidades?
Mantener un único criterio coherente a la hora de hacer la selección ha sido complicado y el resultado final es el fruto de muchas reuniones y desvelos por parte de todo mi equipo. Básicamente, se ha pretendido hacer un reparto —más o menos equitativo— entre las diferentes manifestaciones artísticas y de la cultura, así como entre hombres y mujeres. Se ha priorizado la presencia de personalidades encumbradas, pero sin dejar nunca de hacer una mirada cómplice hacia el colectivo de artistas incipientes, que se está abriendo camino con fuerza. Es obvio que se pueden echar en falta algunas personalidades importantes, pero no hemos pretendido hacer una catálogo pormenorizado, sino una aproximación. Para un país como Cuba, cien es un número que se nos ha quedado muy corto a la hora de representar la cultura del país en su vasta extensión. Por eso, a pesar de que el proyecto es ahora presentado, es mi intención continuar realizando retratos que se irán incorporando paulatinamente.
¿Qué significado tiene para usted que Cuba iluminada insertada en un festival de cine latinoamericano en la Habana?, ¿alguna vez lo soñó?
El Festival de Cine Latinoamericano de La Habana acogió el proyecto con mucho interés y cariño desde la primera conversación. Para mí es, desde luego, un honor poder compartir este evento tan importante y por ello estoy muy agradecido a su Director, Iván Giroud y a su equipo. En realidad el proyecto ha tenido siempre muy buena receptividad en todas las instituciones cubanas que han colaborado o que han sido consultadas.
¿Cuán representado está el séptimo arte en Cuba Iluminada?
El cine está ampliamente representado en el proyecto ya que se trata de una manifestación artística que se alimenta, en conjunto, de todas las demás. Es por ello que en la muestra no sólo aparecen los propios protagonistas del cine —como directores o actores—, sino también otros artistas que habitualmente colaboran en los proyectos de cine a pesar de tener sus carreras dentro de otras manifestaciones artísticas, como músicos de la talla de Descemer Bueno, Equis Alfonso, Kelvis Ochoa o escritores del nivel de Leonardo Padura y Abelardo Estorino, o artistas de la plástica como Esterio Segura. Yendo más allá, he querido incluir en el Cuba iluminada a algunos de los profesionales que están detrás de la cámara, como directores de casting, ayudantes de dirección e incluso personal de producción.
Usted tiene una carrera muy intensa en relación con la fotografía vinculada al medio ambiente ¿cómo se da el salto o el interés por hacer retratos?, ¿tenía una experiencia anterior en relación con el retrato que es, como se sabe, difícil porque se trata de captar las esencias?
El retrato es, a mi modo de ver, la esencia misma de la fotografía. Hacer retrato es, para el fotógrafo, mirarse en el espejo a través de los demás y en el camino de crecimiento del fotógrafo como artista, es un paso fundamental. En todos mis trabajos anteriores, aunque han estado protagonizados por la naturaleza y la ciencia, el hombre ha tenido un papel esencial, y en muchos de ellos el retrato humano ha sido la figura central, aunque inmerso en la naturaleza.
¿Las imágenes son a color?, ¿por qué, si muchos fotógrafos consideran que el blanco y negro tiene más fuerza? ¿Acaso es de los que considera que la fotografía a color es más difícil de lograr porque, precisamente, el color “distrae”?
Sin querer restar valor a la obra de nadie, pienso que el retrato en blanco y negro a veces —insisto, a veces— es una solución fácil para obtener resultados aparentes. Es un atajo, un corta-camino, pero con maravillosas excepciones, por supuesto. En mi caso, vengo del blanco y negro y llego al color con la edad, con los años. Mis primeros trabajos están todos realizados en procesos químicos en mi laboratorio y hubo un momento en que comencé a desear el color. Me faltaba algo. Ahora lo utilizo con plena conciencia. Es una herramienta más. Y quizás la menos usada en el retrato.
¿Cuál consideras que es (o son) las “reglas de oro” para lograr un buen retrato”?
¡Ojalá hubiera reglas de oro que pudieran aplicarse, como quien aplica una receta de cocina! El retrato es una construcción narrativa muy complicada, porque debe contener la personalidad del fotógrafo tanto como la de la persona retratada. Es como una fusión entre el fotógrafo y el fotografiado. Exige mucho al fotógrafo; más, a mi entender, que cualquier otro tipo de fotografía.
¿A quién o a quienes tiene que agradecer la materializaron de esta muestra?
Detrás de esta exposición hay muchas instituciones y personas. Para poder retratar a cien personalidades es probable que hayan tenido que mediar, de una forma o de otra, casi el triple de ese número. Hemos recibido mucho apoyo institucional, desde el propio Festival de Cine de La Habana, la Sala de la Diversidad, la Oficina del Historiador en sus múltiples direcciones, la Escuela de Fotografía Creativa de La Habana, el Museo Nacional de Bellas Artes, la Embajada de España en Cuba. Pero, a quien quiero expresar un agradecimiento especial es a mi equipo técnico, que ha creído incondicionalmente en el proyecto desde el primero al último momento. Y por supuesto, a los hombres y mujeres que tan amablemente han prestado sus rostros para ser fotografiados. A todos gracias.
¿Existe algún otro proyecto fotográfico que esté desarrollando que tenga que ver con Cuba?
Por supuesto. Estoy desarrollando nuevos proyectos en Cuba que empezarán a ver la luz pronto y que están relacionados con la naturaleza y la biodiversidad de este país. Igualmente, continuaré ampliando el catálogo de retratos de Cuba Iluminada.
Cuba es un país que, desde el primer momento, me ha acogido con tremenda naturalidad y cariño. Me siento aquí como en casa y es como si una parte de mí siempre hubiera deseado estar en esta Isla, aún antes de haber venido.
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