¿Cuál es la gran diferencia entre un optimista y un soñador?

29 de marzo de 2013

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Raúl Fuillerat Alfonso

En ocasiones es frecuente catalogar a una persona optimista como un soñador que anda montado en una nube y que no tiene los pies puestos sobre la tierra.
En realidad asumir comportamientos optimistas no es precisamente ni ser soñador ni auto engañarnos, en realidad, se plantean las diferencias entre el optimista, el optimista falso y el pesimista.
En realidad lo que sucede es que el optimista encuentra en los sueños lo negativo y lo positivo, lo percibe y evade o minimiza lo primero y toma lo segundo, lo perfecciona, lo complementa y lo hace realidad, mientras que el soñador, lo evade todo, lo positivo y lo negativo, porque anda fuera de la realidad, solo sueña y le resulta imposible  llevar el sueño al escenario de su vida y su vivir”.
Les propongo una guía que le servirá para ubicarse en una de estas tres categorías y sobre todo, para ver los parámetros que debe cambiar para encontrarse dentro de la que mas puede favorecer su estado de salud, la de los optimistas.
Las personas optimistas.
1.    Siempre consideran sus problemas pasajeros, controlables y provocados por una situación concreta que intentan reconocer y controlar con la mayor rapidez posible.
2.    Se caracterizan por su positividad ante la vida, están convencidos de que  se deben a su pericia, su esfuerzo, se sienten valiosos, y estas experiencias los auto alimentan, los fortalecen, y se convierte en una fuerte motivacional, la cual utilizan para enfrentar nuevas situaciones que se le puedan presentar.
3.    Muestran auto seguridad, son muy activos, aprenden y adquieren experiencias de forma permanente y esto les propicia bienestar físico y mental, felicidad.
Los optimistas falsos.
1.    Muestran a los demás que sus problemas son pasajeros y controlables y provocados por una situación concreta que ellos sin dificultades han controlado. Una frase muy recurrente es: “¿Quién ha dicho que hay problemas?,  “Eso no es problema para mi, eso ya esta resuelto”. Evaden sin buscar las causas de la situación. Su preocupación es demostrar a los demás que son optimistas y que para ellos no hay problemas. Identifican optimismo con no presencia de problemas, contrariamente, el optimista verdadero reconoce que si hay, lo valora y lo asume.
2.    Se caracterizan por una positividad exagerada, niegan o ignoran todo lo negativo, intentando convencer a los demás que no hay nada negativo para ellos, que son invulnerables. En realidad no son valientes, saben que se están auto engañando, pero su preocupación mayor es que los consideren seres superiores.
3.    Muestran una auto seguridad que no existe, se muestran muy activos, pero no para asumir el problema, sino para demostrar que son optimistas. Finalmente cuando los resultados son catastróficos o cuando internamente reconocen su inutilidad caen en la frustración, que propicia que se repita el ciclo de ese comportamiento optimista falso.
Los pesimistas
1.    Considera que sus problemas son permanentes, siempre les acompañan, no terminan fácilmente, no son controlables, se escapan de sus manos y les influyen en otras facetas no problemáticas. Lo peor es que esto lo pueden transmitir a los demás.
2.    Los pesimistas consideran que  sus éxitos se deben a casualidades o circunstancias puntuales. No soportan que les expresen elogios, los acallan como si cometieran un acto pecaminoso de jactancia.
3.    Las personas pesimistas, muestran más indefensión y pasividad, les cuesta más aprender, viven más momentos tristes y angustiados, pocas veces son personas felices y realizadas.
Ahora usted podrá ubicarse y saber cuales aspectos debe mejorar, solucionar o encontrar vías de llegar para ubicarse en el primer grupo, los optimistas verdaderos.