ribbon

Creencias acerca de las serpientes

11 de enero de 2019

|

 

Tema 176. Anaconda.

 

Las serpientes se caracterizan por la ausencia de extremidades y cuerpo alargado. Algunas poseen mordeduras venenosas, como las cobras y las víboras, con las que matan o inutilizan a sus presas antes de ingerirlas. Otras serpientes, como las boas y pitones, matan a sus presas por constricción.

Las serpientes han sido apreciadas o repudiadas en diversas culturas. En occidente, las creencias cristianas y del islam las identifican con el demonio, en este caso con Satanás. En los primeros capítulos y versículos del Génesis, después de la tentación, se relata como Dios, además de decirle a la serpiente que se arrastrara y andará sobre su pecho, estableció una enemistad entre ella y la mujer: el ofidio morderá el talón de la mujer y ésta le quebrará la cabeza. Este relato bíblico ha inspirado a la iglesia católica a representar la Virgen María como la Inmaculada Concepción pisando una serpiente

También en el relato bíblico acerca de Moisés y la liberación del pueblo hebreo, Dios convirtió el bastón de Moisés en una serpiente en medio de la zarza ardiente. Muchos teólogos consideran que el bastón de Moisés es una serpiente de aspecto positivo y a la vez milagroso.

 

Representacion del basilisco en la antiguedad.

Representacion del basilisco en la antiguedad.

 

En el Antiguo Egipto, Uadyet (la cobra) era la “Señora del Cielo”, símbolo del calor ardiente del Sol y la llama del fuego. Representaba la fuerza del crecimiento, la fertilidad del suelo y de las aguas, diosa protectora del Bajo Egipto y del faraón. Sin embargo, la serpiente Apofis era el símbolo de las fuerzas maléficas que habitan el Duat (el inframundo de la mitología egipcia), era una serpiente gigantesca, indestructible y poderosa, cuya función consistía en interrumpir el recorrido nocturno de la barca solar pilotada por Ra, para evitar que consiguiera alcanzar el nuevo día con el sólo propósito de romper la Maat: el orden cósmico. En esta faena la serpiente atacaba la barca directamente o culebreaba para provocar bancos de arena donde el navío encallara. En fin, que Apofis representaba el mal, con el que había que luchar para contenerlo; sin embargo, nunca sería aniquilada, sólo sería dañada o sometida, ya que de otro modo el ciclo solar no podría llevarse a cabo diariamente y el mundo perecería.

“Para los antiguos egipcios era necesario que existiese el concepto del mal para que el bien fuera posible”.

En el lejano Oriente, la serpiente es considerada un animal sagrado, divino y protector contra las energías negativas, que representa fuerza, energía y sabiduría. Además, es venerada principalmente dentro de la cultura hindú, por ejemplo, el Dios Shivá, “Dios Auspicioso, es el dios destructor en la Tri-murti (la Trinidad hindú) junto a Brahmá (Dios Creador) y a Visnú (Dios Preservador). Tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, además, se dice que el dios Shivá está más allá de los poderes de la muerte porque ingirió el veneno kalketu para el bienestar del universo. Para no ser herido por este veneno, se narra que su consorte Parvati ató una cobra a su cuello. Esto retuvo el veneno en su garganta y, por consiguiente, la tornó azul, por esto también se le llama Nīla-kantha (garganta azul). La peligrosa cobra representa a la muerte, que Shivá ha conquistado completamente. Shivá también es conocido como Nageśwara (señor de las serpientes). Las cobras alrededor de su cuello también representan la energía dormida y yaciente: Kundalinī, que es una energía invisible e inmedible representada por una serpiente, que duerme enroscada en el muladhara (el primero de los chakras –los siete círculos energéticos–, que está ubicado en la zona del perineo). Se dice que al despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la muerte.

 

Dios Asclepios.

Dios Asclepios.

 

En la antigua Roma, Esculapio, y en la mitología griega Asclepios, fue el Dios de la Medicina y la curación. En el Peloponeso se desarrolló una verdadera escuela de medicina. Se dice que la familia de Hipócrates descendía de este dios. Sus atributos se representan con serpientes enrolladas en un bastón, piñas, coronas de laurel, una cabra o un perro. El más común es el de la serpiente, animal que, según los antiguos, vivía tanto sobre la tierra como en su interior. Asclepios tenía el don de la curación y conocía muy bien la vegetación y en particular las plantas medicinales. La serpiente aparece representada en el conocido símbolo de la Medicina o Vara de Esculapio (o Asclepios). En muchos países también se utiliza como símbolo de la Medicina el Caduceo.

 

Vara de Esculapio (o Asclepios)

Vara de Esculapio (o Asclepios)

 

También la Copa de Higía es, internacionalmente, uno de los símbolos más conocidos de la profesión farmacéutica. Se trata de una serpiente enroscada sobre una copa o cáliz. La serpiente representa el poder, mientras que el cáliz simboliza el remedio.

 

Copa de Higía.

Copa de Higía

 

El basilisco era un ser mitológico creado por la mitología griega que se describía como una pequeña serpiente cargada de veneno letal y que podía matar con la simple mirada, era considerado el rey de las serpientes. Posteriormente, ha sido representado de diversas maneras, pero siempre con características reptilianas. Según Plinio el Viejo (23 -79, escritor latino, científico, naturalista y militar romano,) en su Naturalis Historia, el basilisco era oriundo de Cirene (Grecia), y no medía más de 20 dedos de longitud. Poseía una marca blanca en la cabeza semejante a una diadema. Además del poder de matar con la mirada, su influencia era tan nociva que su aliento marchitaba la flora del entorno y resquebrajaba las piedras. Los únicos métodos seguros de matarlo era con el canto del gallo, el cual aterrorizaba al basilisco, o con una comadreja, que era el único animal capaz de vencerle con su olor, si bien al coste de morir también ella misma.

 

 Dios Quetzalcoatl: la Serpiente Emplumada

Dios Quetzalcoatl: la Serpiente Emplumada

 

De igual forma, en Mesoamérica la serpiente era venerada por gran parte de las culturas que allí florecieron. El ejemplo más famoso es el del Dios Quetzalcoatl: la Serpiente Emplumada, Kukulcan para los mayas. Las representaciones más antiguas de la Serpiente Emplumada corresponden a la cultura olmeca, fechada entre los siglos XV y V a. C. En Teotihuacan: “lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses” (México) el culto a la Serpiente Emplumada es muy relevante. Aparece en numerosas representaciones en la cerámica, la pintura y la escultura de la ciudad. Uno de los edificios más importantes en el yacimiento arqueológico es el Templo de Quetzalcóatl. Se trata de un edificio compuesto de varios módulos superpuestos de talud-tablero. Los tableros de cada nivel del edificio se encuentran decorados con esculturas de serpientes emplumadas. En el tiempo de apogeo de la ciudad estas piezas estuvieron recubiertas por una rica policromía.

También en la cultura andina, por ejemplo en la mitología inca “Uku Pacha” se definía como el mundo de abajo, que era el mundo de los muertos, de los no natos y de todo aquello que se encontraba bajo la superficie terrestre o acuática. Se consideraba a las fuentes, cuevas y toda abertura de la corteza terrestre como vía de comunicación entre el Uku Pacha y el Kay Pacha (el mundo terrenal donde los seres humanos desenvolvían sus vidas). Uku Pacha era representado por una serpiente gigante: Amaru. O sea que Amaru es una deidad, (en quechua significa serpiente) y en lengua aimara tiene el mismo significado: serpiente. Amaru es una deidad que se relaciona con la economía de las aguas que riegan las tierras agrícolas, simbolizando la vitalidad del agua que permite la existencia del pueblo aimara. Así la deidad Amaru simboliza el agua que corre por los canales de irrigación, ríos y vertientes y que hacen posible que las semillas del cultivo se transformen en hortalizas. Además se dice que todo lo que compone la vida está escrito en las escamas del Amaru. Su fiesta, se realiza en el mes de agosto, cuando se produce la limpieza de los canales de irrigación; siendo el jefe de familia quién oficia de celebrante. Los cultos a Amaru, Mallku y Pachamama son la más formas más antiguas de celebración que los aimaras aún realizan en la actualidad.

El nombre quechua Túpac Amaru significa “Serpiente Ígnea”, “Serpiente de Fuego” con el sentido de rayo.

La piel de la serpiente está recubierta por escamas. La mayoría de las serpientes utilizan escamas especializadas de la parte ventral en su desplazamiento, aferrándose con ellas a las superficies. Sus párpados, de escamas transparentes, se encuentran permanentemente cerrados y aunque su visión detallada es limitada, no impide la detección de movimiento. Las serpientes cambian su piel periódicamente. A diferencia de otros reptiles, el cambio de piel es realizado en una pieza, como si se tirara de una media. Esto se hace a medida que el animal crece y además para reparar heridas y librarse de parásitos externos. La renovación periódica ha convertido a la serpiente en un símbolo de salud y medicina, como se muestra en la vara de Esculapio antes mencionada.

 

 

La lengua bífida permite a algunos ofidios, como la serpiente, captar mejor los aromas. Las serpientes no solo huelen a través de las fosas nasales, también lo hacen con los órganos de Jacobson, que son dos depresiones con muchas terminaciones nerviosas situadas en el techo la boca. Cuando sacan la lengua, recogen moléculas de aire, y el apéndice bífido favorece el transporte de los aromas. Así consiguen detectar a cada lado del cuerpo pequeñísimas concentraciones de moléculas olorosas. Para las serpientes venenosas esto es fundamental, ya que normalmente muerden a su presa y siguen su rastro hasta que esta muere o queda inmovilizada.

Recordemos que… “la naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

Galería de Imágenes

Comentarios