Cosmopolita y nacionalista
19 de junio de 2018
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Mi comentario de hoy estará dedicado al compositor checo Antonin Dvorák, quien nació el 8 de septiembre de 1841, en una localidad situada al norte de Praga, marcada por importantes acontecimientos políticos y donde existían pocas posibilidades para los pobres y a los campesinos. El padre de Antonin era posadero y carnicero, pero su sensibilidad musical le permitía tocar varios instrumentos.
En cuanto al pequeño, era el mayor de los 8 hermanos, y además de sentir atracción por el arte de los sonidos, amaba la naturaleza y disfrutaba la visión de las locomotoras y los barcos. Aunque no pensaba dedicarse a la música, empezó a estudiar violín y disfrutaba mucho tocarlo junto a su padre en conjuntos que amenizaban festividades familiares, al tiempo que cantaba en el coro de la iglesia. Pero al cumplir los 13 años, gracias a un tío materno, tuvo la oportunidad de viajar a Zlonice, una ciudad cercana, donde la arquitectura barroca de su iglesia y el campanario, deslumbraron a Antonín, a tal punto, que su primera Sinfonía se titula: “Las campanas de Zlonice”, escrita en 1865. En esa ciudad conoció al maestro Liehmann, quien le dio clases de órgano, viola, piano, armonía, y perfeccionó sus conocimientos de violín; años después le rindió homenaje en el personaje de Benda, de su ópera “El jacobino.
Como los progresos de Antonin en el idioma alemán dejaban mucho que desear, sus padres –quienes se habían establecido en Zlonice– decidieron enviarlo a una ciudad situada en la frontera de Sajonia, donde tuvo la suerte de conocer al excelente maestro de coro de la iglesia de San Jacobo, con quien continuó sus estudios de armonía. Cuando tenía 16 años, su tío decidió pagarle los estudios en la Escuela de Órgano de Praga, pero el sistema académico no era del agrado de Dvorak, quien prefirió incorporarse como viola en la orquesta de la Sociedad de Santa Cecilia, cuando tenía 21 años.
La vida de Dvorak dio un giro importante al incorporarse al Teatro Provisional de Praga, donde intervino en un concierto de música de Wagner dirigido por el propio compositor. Allí compuso numerosas partituras de diferentes formatos, pero su primer éxito público se produjo cuando tenía 32 años, al estrenar en Praga su cantata “Hymnus opus 30”, que era una llamada al movimiento patriótico. Animado por el camino que tomaban los acontecimientos, escribió su Sinfonía número 3”, en tres movimientos en vez de los cuatro habituales. Smetana dirigió el estreno, un año después.
Dvorak se casó en 1973 con una joven de 19 años, y a pesar de la feliz unión, la pareja perdió tres hijos. Debido a la precaria situación económica, tuvo que crear sin descanso varias óperas, y en 1875 creó su “Quinta Sinfonía”, dedicada a Hans von Bülow, donde se evidenciaba su estilo personal. Poco después, obtuvo el Premio Estatal, por varias de sus partituras, que consistía en una beca, y le aporto una gran ayuda económica. Se había convertido en un compositor muy respetado, lo que facilitó la edición y difusión de su música, y entre 1878 y 1884, se produjo su período eslavo o nacionalista como compositor., entre cuyas obras se encuentran sus “Danzas Eslavas” y sus “Danzas húngaras”.
Sin embargo, Dvorak quería ser un compositor cosmopolita, y atravesó por una etapa de contradicciones en la que no siempre los resultados fueron satisfactorios. No obstante, en 1883, escribe el “Scherzo Caprichoso” opus 66, considerada su pieza orquestal más perfecta. Nueve años después ocupa el cargo de director del Conservatorio de Música de Nueva York y su estancia allí le revela horizontes insospechados que le animan a componer su obra más famosa: la “Sinfonía No. 9 del Nuevo Mundo”, a la que siguieron otras de carácter religioso. En el otoño de 1895, decide regresar a Praga, y comienza a escribir poemas sinfónicos, aunque su pasión por la ópera le lleva a crear “Rusalka” que, a pesar de las críticas, fue estrenada en 1901, y se ha convertido en la más famosa de Dvorak, a la que siguieron otras
Antonin Dvorák falleció en Praga el 1 de mayo de 1904, a la edad de 63 años.
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