Conversación con el último norteamericano
3 de mayo de 2013
|Es práctica habitual, entre los escritores del mundo contemporáneo, el ficcionar la historia. Son numerosas las obras que, publicadas a lo largo de las últimas décadas, se proponen, a partir de un determinado acontecimiento histórico, contar un relato en que indisolublemente se entremezclen la más verídica realidad y la más imaginativa ficción.
Enrique Cirules conoce la manera de lograr tal empeño. Aunque –según propia confesión— no se considera un historiador, le fascinan las posibilidades que ofrece la novela. De ahí que para este narrador y ensayista, quizás por cultivar tanto la ficción como la prosa reflexiva, no le resulte difícil manejar los recursos esenciales de una propuesta literaria que exige cuidada dedicación y probado oficio.
“En ocasiones –confiesa también el escritor— he abordado temas desconocidos en la literatura cubana; hasta cierto punto yo diría que temas insólitos en la cultura cubana, y para ello he tenido que buscar respuestas en el análisis histórico, y soluciones para sus estructuras formales. Respuestas que no estaban lo suficientemente argumentadas hasta entonces”.
Publicada originalmente en 1973, y avalada con el Premio 26 de Julio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Conversación con el último norteamericano (Editorial José Martí, 280 pp), ahora en su quinta edición cubana, confirma la certeza de que Enrique Cirules se propone, y logra, en esta novela sin ficción, indagar en un pasaje poco conocido de la historia de la isla.
En casi una veintena de capítulos, a través de la voz de William Stokes, “el último norteamericano”, se reconstruye y evoca la génesis, fundación, desarrollo, esplendor y muerte de La Gloria City, una ciudad de estadounidenses, establecida en tierras camagüeyanas, en los albores del siglo XX, en evidente muestra de los intereses expansionistas del vecino norteño.
Anécdotas, memorias, recuerdos, son contados, en primera persona, por este hombre “de sangre irlandesa, indio, alemán, inglés, procesado en Estados Unidos y cubano por el tiempo”, quien, como en un vívido fresco, reproduce en estas páginas el retrato de toda una época y de los hombres y mujeres que fueron sus protagonistas.
Afloran en el relato costumbres, hábitos, sucesos, que convierten a la novela en una radiografía de la vida cotidiana en La Gloria City. He aquí este elocuente fragmento que así lo confirma:
De las curiosidades de La Gloria ninguna como el tren de madera. Un tren con ruedas y rieles de sabicú, tirado por mulos. Salía del poblado serpenteando las hondonadas, evadiendo los cayos de monte, hasta llegar a New Port, muy cerca de Piloto City. Yo casi no lo recuerdo, pero papá me contaba. Cuando fundaron La Gloria, en Estados Unidos se hablaba de que aquí había trenes eléctricos, y ya usted ve, lo único que la compañía fue capaz de construir fue un carro sobre rieles de madera tirado por un mulo. Los colonos debían hacerse la idea de que era un tramway norteamericano. La línea, con traviesas y todo, era en miniatura, y después a un administrador de la Cuban Land se le ocurrió llamarle el ferrocarril de La Gloria City. Avanzaba 1905 o algo así, y se comenzaba a construir la carretera de piedras que uniría a Port Viaro con La Gloria. Este proyecto terminó por echar abajo ese ferrocarril de madera.
Las más diversas realidades y problemáticas del hombre y su mundo aparecen en la literatura creada por Enrique Cirules (Nuevitas, 1938). Su bibliografía de ficción la integran títulos como los cuadernos de cuentos Los perseguidos (1971) y La otra guerra (1977) y las novelas La saga de La Gloria City (1983), Extraña lluvia en la tormenta (1988) y Santa Clara Santa (2007).
Es autor, igualmente, de la investigación Hemingway en la cayería de Romano (1999), así como de dos volúmenes reveladores de las acciones de la mafia norteamericana en Cuba: El imperio de La Habana (1993), galardonado con el Premio Casa de las Américas y el Premio de la Crítica Literaria, y La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana (2004).
Conversación con el último norteamericano es de esos libros que, con cada nueva lectura, se renueva. Páginas que cuentan de realidades y tristezas, de conflictos y sueños, de desgarramientos y esperanzas… Páginas que perpetúan en la memoria la vida de un hombre, de una comunidad, de una época… Páginas que también contribuyen a escribir la propia historia de la nación cubana.
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Comentarios
Trabajo en el cultivo de los cítricos desde 1973 y me encantaria poder leer este preciado libro tan cercano a mi trabajo. Por favor donde lo puedo localizar??
soy cubano y de la gloria city quisiera saber si todo es verdad del libro