Consejos sobre los cuidados básicos de la piel en el verano

5 de agosto de 2016

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Diana García García

 

 

El verano es una época predilecta del año por su relación con actividades de descanso y recreación, generalmente realizadas en ambientes naturales de gran disfrute como pueden ser las playas, los ríos o las montañas.
Sin embargo, durante estas actividades al aire libre un extenso órgano de nuestra anatomía puede resultar quizás más afectado que lo normal. Y es que el clima cálido puede afectar a la piel, especialmente a las más sensibles, ya que el calor es uno de sus principales enemigos al hacer que se evapore el agua contenida en ella.
Es por esta razón que cuánto más cuidemos nuestra piel, sobre todo durante las épocas más cálidas del año como el verano, mejor aspecto y más saludable se mantendrá.
En este sentido la hidratación es un punto clave. Un cutis con el nivel de agua óptimo de seguro tendrá una apariencia lisa y sin marcas pronunciadas, ya que el agua conduce el oxígeno y los nutrientes a las células. Sin embargo, el tipo de hidratación necesaria dependerá mucho de cada tipo de piel.
Las pieles secas o muy secas deben hidratarse cada mañana y siempre que se sientan tirantes. No es para preocuparse del tiempo desde la última aplicación, lo importante es que el cutis se mantenga hidratado. Antes de acostarse es importante hidratar la piel después de retirar el maquillaje.
Las pieles grasas también se deshidratan y tienen el riesgo de no resultar evidente la falta de hidratación, ya que a diferencia de la piel seca no se vuelven tirantes y por tanto no dan ninguna señal. El tipo de hidratación que mejor va a este tipo de cutis y que no produce “efecto rebote” con una sobreabundancia de grasa son las emulsiones de aceite en agua, de textura ligera y no oleosa.
Las pieles mixtas, para mantener su nivel hídrico en perfecto estado, requieren seguir los cuidados adecuados en cada zona del rostro donde existan áreas secas y áreas grasas. Si resultara complejo cuidar cada parte por separado, es recomendable emplear cremas hidratantes formuladas para todo tipo de piel y aplicar el producto en la mañana y la noche, pero también en todo momento que se sienta la piel tirante o que se observe con exceso de grasa.
En las pieles normales, para mantener un correcto equilibrio se recomienda elegir hidratantes de textura ligera y emplearlos por el día antes de salir a la calle y en la noche después de limpiar y tonificar el cutis.