Cómo transportar un gato a la consulta veterinaria
26 de marzo de 2021
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Muchas veces transportar nuestras mascotas a la consulta veterinaria se nos complica. Sobre todo si es un gato. A no ser que esté grave (en cuyo caso no hace resistencia) transportar un gato hacia cualquier lugar es complejo, en gran parte por su rapidez y reflejos tan sensibles.
Los gatos no deben ser transportados en brazos. La posibilidad de que se asusten, muerdan, arañen al propietario y escapen es muy alta. De esta forma se han extraviado numerosos animales en nuestra clínica veterinaria Laika del Centro Histórico habanero.
Muchos gatos no soportan los espacios abiertos (agorafobia) y otros temen el encierro (claustrofobia) por lo que introducirlos en un morral es complejo. La paciencia no puede faltar.
Una tarea preventiva es mantener con el animal una relación de confianza, lo cual le permitirá manipularlo cuando sea necesario. Los gatos, al igual que los caballos, son animales asustadizos por lo que la caricia constante nunca puede faltar para ganar su confianza.
Es importante no realizar movimientos rápidos y bruscos mientras se manipula un felino es aconsejable mantener sus manos a la vista del animal y realizar movimientos suaves que él pueda adivinar ya que puede perder la confianza ganada.
Un ejercicio es que al levantarlo y colocarlo en el piso el gato ha de sentirse seguro y estable. No permita que se tire desde sus brazos al piso. Colóquelo usted suavemente. Enseñarlo a que usted sea quien lo coloque en el piso ayuda a que le tome confianza.
El cepillado diario, la alimentación, las caricias, etc. ayuda a profundizar el vínculo mascotas propietario (Pet HumanLink). Una vez ganada su confianza, será más fácil manipularlo para introducirlo en la caja transportadora, que es la forma más adecuada de transportarlo a la consulta veterinaria.
Si no tiene caja transportadora, entonces hay que buscar opciones. Una mochila o una bolsa aireada es una opción práctica (fotos) pues permite al veterinario realizar algunas maniobras médicas sin peligro de escape.
A pesar de ello existen determinados casos en que es necesario sacarlo y para ello es importante que el propietario use un par de guantes de fieltro, pues los gatos se aferran a sus brazos en estos momentos de stress.
Conclusiones: paciencia y ganar confianza
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