Cómo expreso lo que siento

16 de agosto de 2013

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Yolanda Ramiro Sánchez

El tema del auto conocimiento no es asunto que pensemos pueda estar terminado en algún momento, porque a diferencia de lo que aprendemos en la escuela, es una necesidad continua siendo como la respiración; para mantenernos vivos hay que inspirar y expirar constantemente. Y el ejemplo es intencional, aunque alguien piense que es exagerado poner al mismo nivel una necesidad biológica con otra de tipo psicológica ¡vaya! ¡No hay que exagerar¡ exclamarán los escépticos. Pues no estoy exagerando, ya que las necesidades psicológicas insatisfechas no nos matarán en el sentido convencional de la palabra, pero si nos hacen vivir como si estuviéramos muertos porque no somos capaces de desarrollar la vida a plenitud, ni disfrutar de quiénes somos y lo que queremos. ¿Acaso no conoces a alguien que maltrata a su pareja de la cual dice estar enamorado? O sin llegar a esos extremos quien cree que mantenerse alejado emocionalmente hace que su pareja esté más pendiente y enamorada porque esa actitud lo hace “misterioso e interesante”. Estoy convencida que esos especímenes han desarrollado esos “métodos” con la creencia que son expresiones de amor. No voy a negar que pueda que algunos que así actúan son unos sádicos y hasta degenerados, pero los más son gente normal en cuanto a que no son enfermos psiquiátricos, ni sociópatas, pero que sí tienen un gran problema en auto conocerse y en conocer la forma saludable de expresar coherentemente sus afectos, lo cual los hace unos discapacitados sociales, es decir que pasan mucho trabajo en establecer sanas relaciones interpersonales. Por eso es que hoy sigo hablando del autoconocimiento. Pero pongo ejemplos para ser más clara; ese hombre que es un poco lejano con su esposa y que no le dice que la ama es que cree que hacerle ver a ella que está muy enamorado, lo hace vulnerable y lo pone en desventaja, con lo cual permite que ella “le coja la baja” y no lo trate con amor, ni con respeto. Parece el argumento de un filme surrealista, pero es bastante común encontrar hombres que piensan así y después cuando asisten a mi consulta los veo lamentarse de ser tan ciegos y de haber creído que de esta forma ataban a la esposa, la cual termina abandonándolos porque vivir un matrimonio sin amor (así lo ve la mujer) es desgarrador e intolerable. Entonces ¿Qué les pasa a estos hombres? ¿Por qué actúan así? El problema fundamental de estos hombres es en primer lugar falta de auto conocimiento, de saber quiénes son, lo que valen, sus rasgos buenos que les permite ser amados, y en su lugar sienten una inferioridad casi nunca reconocida. Por otro lado, han sido víctimas de una forma torcida de aprendizaje de la expresión de los sentimientos, basada fundamentalmente en el falso criterio machista que la hombría se disminuye ante los sentimientos fuertes, lo cual lleva a caminos sin salida, porque además de no saber cómo auto explorarse, tampoco son capaces de explorar el mundo emocional femenino, por lo cual no han descubierto que los atributos más atractivos que la mujer ve en el hombre es el amor que posee dulzura con virilidad ¡combinación explosiva! Pero tampoco agoto el tema, así que seguimos en contacto hasta el próximo encuentro.