¿Ciencia o mito?
29 de julio de 2016
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No es la primera vez que la ciencia nos confunde cuando se contradice en sus criterios. Pero al final comprendemos que constantemente se estudia el organismo humano y el universo para encontrar respuestas que garanticen la salud de ambos. Y, claro está, de ahí vienen las supuestas “contradicciones” que no son tales, sino novedosos descubrimientos que se encadenan e informan en el afán de preservar nuestras vidas.
De ahí la sorpresa total generada por la controvertida polémica de muchos expertos del mundo dirigida a desvirtuar la teoría del beneficio de beber no menos de ocho vasos de agua al día.
Ahora considerado mito y no ciencia, desconcierta a quienes han seguido perseverantes por años esa práctica de hidratación, sobre todo en tiempos de alta temperatura.
Profundizando en el tema, los estudiosos atribuyen el origen del mito a una recomendación del Consejo de Alimentación y Nutrición, que en 1945 afirmaba lo necesario de ingerir unos 2,5 litros de agua al día, aunque no resaltaba otra aclaración incluida en el contexto: “La mayor parte de esa cantidad está contenida en muchos alimentos preparados”.
Realmente, el agua está presente en la leche, frutas, verduras, cervezas, y ni qué decir en cocimientos, tisanas y café. Por cierto, este último tan polemizado también, que ya nadie sabe si su consumo es bueno o no, confusión de la cual se deriva, que cada cual, decida acorde a su preferencia.
Por supuesto, no es discutible la función hidratante del líquido para todos los órganos del cuerpo humano, sin perder de vista, que él se encarga de apremiarnos a tomar o no, acorde a sus necesidades.
No obstante, un buen consejo deviene “armarse” de un envase con agua segura, es decir, mineral o hervida, cuando sale de casa. Esta medida inteligente nos preserva de microorganismos indeseados que afecten nuestra salud.
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