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Celebran taller de presupuesto participativo en La Habana Vieja

5 de junio de 2013

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Especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y de centros académicos y de investigación radicados en la capital cubana conocieron experiencias sobre presupuesto participativo, en un taller celebrado en el Palacio Conde Cañongo, ubicado en la Plaza Vieja del Centro Histórico.

Impartido por los expertos Willan Masdeu, jefe coordinador de la Unidad de Participación y Planificación de la Intendencia de Montevideo y Ubiratan de Souza, coordinador del Presupuesto Participativo en Porto Alegre y en el Estado del Río Grande del Sur, en el encuentro se supo que esa herramienta innovadora acerca la gestión de los gobiernos locales a los ciudadanos, quienes tienen el derecho de proponer y decidir, mediante el voto secreto, la realización de obras y servicios sociales de interés vecinal, financiados por el presupuesto gubernamental.
“El resultado del proceso, dijo Willan Masdeu, es el apoderamiento paulatino del barrio y por tanto de la ciudad, por sectores de la población. Así se van poniendo granitos de arena o pequeños ladrillos a una construcción complicada y a largo plazo que es lo que todos aspiramos de nuestras ciudades: que haya muchísimos ciudadanos responsables, activos, vigilantes y cuidadosos de la ciudad, capaces de intercambiar con los gobiernos para hacerlos propuestas, llevarles ideas, criticarlos y controlarlos sobre lo que ellos hacen”.
Por su parte, el economista brasileño Ubiratan de Souza, enfatizó en que esa modalidad es un proceso de gestión democrático desde el momento de la definición de las prioridades por la ciudadanía hasta la elaboración y el control del presupuesto, por lo cual constituye “un proceso efectivo de cogestión entre el gobierno y la sociedad”. Para ello deben cumplirse dos premisas: “la voluntad política para que el gobernante comparta el poder con los ciudadanos, los electores y la organización y movilización de la sociedad”.
Al ser interrogado acerca de qué beneficios podría traer este proceso para la revitalización del patrimonio histórico y cultural, de Souza se refirió al caso de La Habana Vieja: “sería un proceso muy rico donde la restauración, combinada con la participación de la gente va a tener un resultado material para la recuperación del patrimonio arquitectónico y va a tener un plus que es la parte no material: la autoestima de las personas y aumentaría, además, el grado de organización de hacer cosas de manera colectiva”.
El taller, que se suma a otros cursos de formación realizados con el auspicio de la Agencia Suiza de Cooperación al Desarrollo (COSUDE) como la Consulta Pública del Plan Especial de Desarrollo Integral y las Cooperativas de Trabajo en el ámbito urbano, concluyó con un ejercicio práctico donde los asistentes encontraron las fortalezas y las debilidades del presupuesto participativo con relación a la estructura de gobierno, al modelo socioeconómico actual y a la capacidad de participación de los ciudadanos.

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