Casa de la calle Mercaderes Nos. 158-160 entre Obrapía y Lamparilla
14 de agosto de 2017
|Antigua Casa de Santiago C. Burnham.
Hoy: Casa Museo Simón Bolívar.
La casa museo “Simón Bolívar” abrió sus puertas en el año 1993. El proyecto fue realizado por especialistas de la Oficina del Historiador de la ciudad, con la colaboración del gobierno del hermano país de Venezuela. Desde entonces, su labor ha sido ininterrumpida, centrando su objetivo en la figura del Libertador, su vida y obra y el eterno recuerdo al desparecido Presidente Hugo Chávez en el presente, de ahí que sus iniciativas van dirigidas a la reafirmación cultural latinoamericana y los lazos de amistad que unen a estas naciones. En su recinto tienen lugar exposiciones de artes pláticas, conferencias, celebraciones y conmemoraciones.
La casa remonta su historia siglos atrás, porque la ocupación de esta parcela data del siglo XVII, cuando existían aquí dos construcciones bajas, de rafas, tapias y tejas. Ambas se demolieron para edificar a principios del siglo XIX la que hoy se conserva, de dos pisos de altura y entresuelos, con accesorias en planta baja destinadas a comercio.
Entre sus propietarios durante el siglo XVIII se reconocen a los esposos don Pedro de Arango y doña Josefa de Losa; la señora María Teresa Escobar y sus herederos; fue comprada además por don José González del Álamo, Teniente, Cura y Presbítero; posteriormente pasó a don Francisco del Corral, cuando se fusionaron las dos parcelas antes citadas en la nueva construcción, ya en siglo XIX.
En 1864 doña Francisca del Corral y Martínez de Pinillos –Marquesa de Aguas Claras y Condesa de Villanueva– y su esposo, don Francisco Ponce de León y Balzán, con iguales títulos, vendieron al señor Santiago Burnham la casa y todo cuanto le pertenecía. Un incendio acaecido en 1877 provocó grandes estragos en el edificio, por lo que se reconstruyó entre 1881 y 1882 por los hermanos Susana Victoriana y Santiago José Burnham y Beakely. De esta fecha data la remodelación del edificio en el pórtico principal, puertas, ventanas, techumbres, herrajes del zaguán, escaleras, lucetas y mosaicos.
Entre los arrendatarios establecidos en la casa se citan los consulados de la República de Brasil y Suecia.
Estaba convertida en ciudadela cuando se intervino para su restauración, además de los vecinos, la ocupaban unos almacenes, una imprenta y locales varios en planta baja y entresuelos. Por los elementos que conservó se afirma que es un digno exponente de la arquitectura neoclásica, con las evoluciones antes mencionadas.
Un detalle curioso conservado en el inmueble, es el rosetón existente al final del zaguán, en lo alto, con las iniciales del propietario Santiago Burnham (SB), que curiosamente, coinciden con las del nuevo centro que ocupa el inmueble: casa Simón Bolívar.
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