Carteles en concurso: mayor diversidad y mejor calidad

15 de diciembre de 2017

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Estrella Díaz

 

 

La sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba, sitio en el que se exhiben las películas latinoamericanas en concurso, es nuevamente el espacio escogido para mostrar los carteles en competencia, que en esta edición del Festival, felizmente, se caracterizan por una mayor diversidad de estéticas y mejor calidad de las propuestas, aunque resulta una exposición pequeña si se compara con la cantidad de filmes en concurso.

Es de lamentar que debido a la falta de recursos –porque es ciertamente caro– no se puedan imprimir carteles en serigrafía, pues es el mejor modo de estar en la calle, el que sirve de información, el que es capaz de seducir al transeúnte. No obstante, hay que adaptarse a los nuevos tiempos y las vías digitales y las pantallas led ayudan a la promoción, pero no sustituyen las funciones históricas del cartel, que en Cuba alcanzó altísimos niveles en las décadas de los 70 y 80. Hay, entonces, un obvio y sustancial decrecimiento en la producción cartelística, pero no todo está perdido y eso lo indica los carteles en concurso y, sobre todo, la calidad con la que están trabajando un grupo de jóvenes diseñadores cubanos.

 

 

Una rápida mirada nos hace percatarnos que, por ejemplo, un mismo diseñador está haciendo dos propuestas de cartel. Por ejemplo, Víctor Junco reinterpreta –y muy bien– la película cubana Los buenos demonios, del veterano cineasta Gerardo Chijona: un cartel que se circunscribe a los cánones más convencionales del cine comercial, mientras que el otro apela a herramientas representativas del más puro diseño gráfico. La cinta Ornitorrinco, de Reynier Cepero, también está precedida de dos carteles a cargo de Javier A. González, quien en esta ocasión juega con el azul, el blanco y el negro como hilo conductor entre ambas propuestas.

 

 

Por su parte el filme de Carlos Quintela Los lobos del este, igualmente se favorece con dos carteles realizados por Alejandro Rodríguez, quien en una propuesta maneja códigos que provienen de la tipografía oriental y en la otra se apoya en la superposición de imágenes que sugiere un calado, recurso muy bien empleado.

 

 

Sergio & Serguéi, cinta del laureado cineasta cubano Ernesto Daranas y con actuación especial de Rom Perlman, llega al Festival de Cine de La Habana acompañada del cartel concebido por Raúl Valdés (Raupa), quien recuerda que ascender al cosmos conlleva a un engranaje de esfuerzos colectivos.

 

 

¿Qué remedio?: La parranda, con guión y dirección de la recién egresada de la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisuales (FAMCA), Daniela Muñoz, se apoyó en el talento de la también muy joven diseñadora Diana Carmenate. Este cartel llama poderosamente la atención porque, seguramente, está avalado en un estudio de la época en que las parrandas de remedianas, que datan de 1820, eran las más atrayentes festividades de la zona central de la Isla. Carmenate, en su diseño, no solo jugó con el barroquismo que caracteriza a esa popular celebración, sino que empleó los colores de los dos bandos litigantes: rojo, azul y amarillo. Otro documental cubano Soñar a toda costa, de Carlos León, cuenta con un cartel que tiene la impronta de Alejandro Escobar, el cual supo aprovechar a Arlequín y Corista, dos personajes ideados por el cantautor Augusto Blanca, a quien está dedicado el audiovisual. El cartel logra resumir de manera muy poética dos de las grandes pasiones del trovador: la música y el teatro.

 

 

Completan la muestra Carteles en Concurso Los dos príncipes, Yelini Cruz y Alejandro Rodríguez (Cuba); Muestra de cine colombiano, Tinti Nodarse (Cuba); 25 horas, Julio Eloy Mesa (Cuba/EEUU); Un hombre sí es una Isla, Juan Manuel Romero (Cuba/Argentina); Habana nuestra de cada día, Joe Wentrup (Alemania); Lo que teníamos en la cabeza, Violenta Barni (Argentina); Luces y duendes, Santiago Giralt (Argentina); Besouro y Pássaro, Java Araújo (Brasil); Modo de Produçâo, Guilherme Luigi (Brasil); Elena, Tomás Pichardo (Costa Rica/ República Dominicana); “El hombre que siempre hizo su parte”, Marian Quintana (Ecuador); El silencio es bienvenido, Alejandro Magallanes (México); Emergencia, Luis González, Olga Casellas, Cristina Vélez (Puerto Rico); Patricia, el regreso del sueño, Juan Valerio (República Dominicana).

 

 

En total cerca de una treintena de carteles conforman esta muestra –abierta al público hasta el 17 de diciembre, último día del Festival–, de manera que el espectador tendrá la oportunidad y la posibilidad de comparar la gráfica que se genera en Cuba, aún con las limitaciones de recursos, con otras maneras de concebir el mensaje y trasmitirlo al espectador. Queda, entonces, en manos del jurado decidir cuál será la el cartel ganador del ansiado