Capilla de Raúl de Zárraga, Cementerio de Colón
13 de diciembre de 2013
|Avenida Obispo Fray Jacinto y calle 5
Zona de Monumentos de Segunda
Esta construcción funeraria de notable sencillez, que no se diferencia notablemente de otras capillas de su tipo, fue construida en 1956 y debe su autoría al arquitecto Eugenio Batista, considerado valioso crítico y teórico de la arquitectura cubana, quien fuera pionero de una generación de arquitectos cubanos cuya premisa esencial se basó en el retorno creativo a las principales características de la arquitectura colonial, que resumió como “las cuatro Ps de la arquitectura cubana: patios, puntales, persianas y pórticos”.
Su decoración se vuelca hacia el interior, a un lado del altar, donde se conserva un mural de mosaicos cerámicos, de variadas tonalidades, realizado por el célebre artista de la plástica René Portocarrero, que según se lee en una inscripción situada en la base, fue realizado con “Mosaicos del Vaticano, 1956”. Esta obra religiosa de inspiración bizantina representa a una virgen y sus adoradores. El lucernario situado detrás, enfatizan la imagen y el dorado del fondo, por ser la única entrada de luz, su bien pensada ubicación hace que la claridad incida directamente sobre el altar. Murales de Portocarrero, pueden apreciarse en diferentes lugares de la ciudad (el Teatro Nacional, el Hospital Nacional y el Hotel “Habana Libre”); en este caso, la valiosa obra queda oculta en el interior de la capilla, sepultada como sus moradores, y sólo a través de la puerta deteriorada y en espera de los trabajos de restauración que se vienen ejecutando en sus inmediaciones, dimos con ella.
En el interior de la capilla, al frente, en el piso, el sepulcro de Raúl de Zárraga se colocó carente de decoración. En la entrada, una puerta de hierro reforzada con rejilla y cristal limita el acceso, justo a la derecha y en la parte inferior queda inscrito en la piedra el nombre del arquitecto. Consta en los documentos del cementerio, que la Sra. Julia Valdés, esposa de Raúl de Zárraga, en carta fechada el 21 de junio de 1957, determinó que el panteón fuese clausurado perpetuamente después de su muerte.
El Dr. Raúl de Zárraga, jugó un destacado papel en la vida pública durante la etapa republicana en Cuba. Se destacó como funcionario de gobierno, durante la Presidencia de Laredo Bru, donde desempeñó como ministro de comercio en el año 1936. A mediados de 1948 la Biblioteca histórica “Francisco González del Valle” de la Oficina del Historiador, recibió un cuantioso donativo en obras cubanas, especialmente del Dr. Raúl de Zárraga.
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