Capilla de José Manuel Cortina
17 de mayo de 2013
|Cementerio de Colón
Calle 1, entre Calle F y Plazuela N.E. Zona de Monumentos de Primera
En 1919 fue adquirido el terreno de la necrópolis habanera donde se construyó la capilla propiedad de José Manuel Cortina. Fueron sus medidas 5m de ancho por 8m de fondo y su valor 30.00 pesos oro el metro, lo que ascendió a una cifra total de 1 200.00 pesos en su época.
La capilla, de carácter monumental, está formada por sillares de mármol blanco. Su estilo ecléctico determina la complejidad constructiva dada por la cantidad de detalles arquitectónicos y ornamentales que presenta. Estas características se concentran sobre todo en la fachada, coronada por una cruz, que se asienta sobre una placa a cuatro aguas.
La entrada merece una descripción pormenorizada, al constituir por sí misma un elemento arquitectónico en cuya decoración es evidente la intención de realzar la estirpe de los propietarios. La puerta de bronce posee grandes marcos de mármol que sobresalen de la fachada; sobre ambas hojas, en la zona media superior del enrejado, hay ornamentos fúnebres, antorchas o llamas eternas, circundadas por coronas de flores. Gruesas capas de vidrio cubren a las puertas tras los barrotes. Justo encima del dintel se alza un entablamento con una capa de bronce en el que aparecen inscritos los nombres de quienes recibieron sepultura en la capilla. Aquí se lee: Esta capilla ha sido erigida para guardar los restos y en homenaje a la venerada memoria de nuestros padres. Sobre la cornisa aparece el recurrente motivo de la llama eterna.
Sin embargo, la obra decorativa más sobresaliente es la de un ángel heráldico y según otras versiones Athropos, o Ángel que pone fin a la existencia cortando el hilo de la vida, cuya postura y actitud pueden encontrarse no sólo en el camposanto habanero, sino también en muchos otros cementerios del mundo, pero no de este tamaño, que supera los dos metros. Esta obra, copia de un original italiano del artista Giulio Monteverde se encuentra a la izquierda de la entrada sobre el primer escalón del acceso a la capilla.
Su propietario, José Manuel Cortina García, nació en 1880 en San Diego de Núñez, provincia de Pinar del Río y falleció el 9 de marzo de 1970 en los Estados Unidos. Desde muy joven se vinculó a la producción azucarera y llegó a convertirse en un terrateniente muy acaudalado. Fue Senador de la República y desempeñó importantes cargos de gobierno durante su vida. Poseedor de un enorme latifundio que abarcaba propiedades desde la Sierra del Rosario hasta la Sierra de los Órganos; en las montañas pinareñas construyó el Parque “La Güira” y acondicionó la Cueva de Los Portales. Propiedades que le fueron confiscadas luego del triunfo revolucionario de 1959.
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