Capilla de José Álvarez y familia, Cementerio de Colón
7 de febrero de 2014
|Un numeroso grupo de capillas funerarias reúne la necrópolis habanera, distinguiéndose la notable variedad formal de sus construcciones y el reflejo de diversos códigos formales de la arquitectura, puestos de manifiestos en los estilos que imperaron o no, en las épocas de construcción de estos monumentos, desde el neogótico, el neoclásico, Art-Deco y ecléctico, siendo estos últimos los más generalizados, hasta los notables exponentes de la arquitectura racionalista, que hacen del camposanto un santuario artístico de considerables valores.
Escasa información llegó a nuestras manos, sobre este monumento que destaca a distancia, construido para la morada de los restos de José Álvarez, según se lee esculpido en la parte superior de la fachada, señalando el año 1912.
De aspecto colosal, la capilla de apariencia cuadrada se va estrechando hacia la parte superior, remata la cubierta una cúpula frente a la cual se dispuso la escultura de un ángel. Su altura es también notable. Un pórtico delimita la entrada, donde aparece la inscripción que consagra el monumento, al cual que se accede a través de un espacio o portal protegido por una baranda de balaustres de hormigón.
En su interior, deteriorado y en espera de los trabajos de restauración que se aproximan, se observa un gran sepulcro de mármol, al fondo, se conserva una cruz de madera que señala el lugar de la desaparecida capilla, mientras en un extremo una lápida señala: “E.P.D Da. Carmen Gutiérrez de Álvarez. Falleció el 30 de octubre de 1902. Su esposo”. Justo debajo, en el piso se observa otra tumba.
El Monumento fue construido con sólidos materiales, de piedra, ladrillos y hormigón. En el borde inferior de un costado de la fachada, se conserva una placa que dice: “Fundición de cemento Mario Rotllant”.
Los trabajos de restauración de la Oficina del Historiador, que se vienen llevando a cabo en el cementerio Cristóbal Colón, devuelven a sus monumentos imagen y durabilidad para tiempos venideros, resaltando sus valores patrimoniales y el respeto a las familias que allí reposan eternamente.
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